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AMO: Brazo protésico controlado mentalmente

Dos estudiantes de la Universidad de Ryersons de Toronto acaban de crear y presentar un brazo protésico controlado mentalmente por el usuario amputado que utiliza un dispositivo de movimiento neumático, con lo que reduce costos de operación, mantenimiento y  aumenta el rango de movimiento posible. Asimismo, el brazo no requerirá de cirugías invasivas de alto costo económico y emocional, y el método de aprendizaje es sencillo.

Las prótesis controladas con el cerebro han ocupado parte considerable de nuestra atención tanto por la inventiva y el proceso de compleja construcción que poseen sus prototipos, como por el avance que representan para la recuperación psicológica y la reinserción del individuo amputado al círculo de la vida social y al mercado de trabajo. Además del subtexto ético que representan si proyectamos el pensamiento sobre su uso en el futuro. En el sentido humanitario al menos, el aporte que logra la ciencia aplicada es invalorable, y en cuanto a brazos protésicos hemos cubierto algunas novedades como el brazo tentacular, o la prótesis mental de DARPA que hacen uso de los nervios de fibra óptica. En este ocasión la noticia la dan dos estudiantes Canadienses que han desarrollado un brazo protésico controlado mentalmente y que gracias a sus composición técnica y mecánica puede lograr una gran difusión en poco tiempo.

El sistema neumático controlado con aire comprimido logra movimientos más amplios y seguros.

El brazo AMO (de sus siglas en inglés Artificial Muscle-Operated ) está compuesto por una estructura biomecánica que se nutre de un símil auricular que se encarga de detectar las señales cerebrales relacionadas al movimiento de la extremidad perdida. Con el esfuerzo de un microprocesador que recibe estas señales de manera inalámbrica el sistema completo realiza una comparación en su base de datos, detectando señales conocidas y haciendo mover el brazo en consecuencia. El movimiento de este brazo protésico controlado mentalmente es algo que demanda del aprendizaje del usuario, ya que este tipo de comandos mentales requieren de especificidad para funcionar correctamente.

En contraposición con muchos de los brazos protésicos que abundan en el mercado, el AMO no se maneja a través de motores mioeléctricos, sino que es totalmente neumático. El funcionamiento del mismo está basado usando aire comprimido que vendría a ser el émulo mecánico de las articulaciones de los músculos del brazo y el tanque rellenable estaría ubicado en un bolsillo del paciente, aunque también se hicieron proyecciones para situarlo en el brazo en una posterior versión. Como apuntan en el artículo fuente, este tipo de tecnologías son muy accesibles económicamente hablando, siempre en comparación con las demás existentes, ya que este modelo podría estar rondando los 80.000 dólares en una venta al público proyectada.

El proyecto tardó 1 año en desarrollarse y 72 horas en montarse, y el nuevo paso para el desarrollo de AMO y lograr el mayor rango de movimiento posible es el de darle agilidad y movilidad independiente a los dedos de la mano, lo que lo pondría al nivel de una herramienta no sólo protésica, sino también útil para otro tipo de trabajos de manipulación en fábricas o en el campo militar.

Escrito por Nico Varonas

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