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Canon EF 1200mm: El objetivo que rompió todas las reglas

Además de sacar buenas fotos, te obligaba a hacer ejercicio…

Es muy frecuente entre algunas compañías desarrollar un producto que pulveriza la lógica y la razón. A modo de ejemplo, Samsung y Sharp han ofrecido televisores que cuestan cientos de miles de dólares, ¿pero qué sucede cuando el producto es «apenas» un objetivo? El resultado es el Canon EF 1200mm, un cañón de 16 kilogramos con más de treinta años de historia, una reputación que roza lo legendario, y un precio capaz de congelar corazones en el acto… asumiendo que sea posible encontrar uno.


Cuando el mundo comenzó a mojarse los pies en las aguas de los procesadores 486, hablar sobre chips Pentium era una verdadera locura. Con el paso del tiempo, esa tecnología se volvió lo suficientemente familiar y económica como para encontrar un lugar en los ordenadores de escritorio… pero siempre surge un producto que rechaza esa evolución y rompe los moldes. Con esto me refiero a cosas que si bien entregan un rendimiento extraordinario, también desafían los límites de lo práctico. Ahora, pensemos en la fotografía moderna. ¿Imaginas a un profesional cargando al hombro un teleobjetivo de 16 kilogramos? Es probable que tu instinto te lleve a decir que no… pero el punto es que existe algo como el Canon EF 1200mm.


Canon EF 1200mm: Un cañón con todas las letras


La historia nos dice que Canon presentó en sociedad a este teleobjetivo durante los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984 (enviando un total de cinco lentes), para luego formalizar su comercialización en julio de 1993, y aceptar pedidos hasta el año 2005. De acuerdo a la gente de B&H, el Canon EF 1200mm se construía completamente a mano, la velocidad de producción era de dos unidades al año, y quien necesitara una (previo depósito de 10 mil dólares) debía esperar un mínimo de dieciocho meses.

Entre sus compradores se destacan la National Geographic, la famosa publicación Sports Illustrated, y como era de esperarse, alguna que otra agencia estadounidense para vigilancia a larga distancia. ¿Qué tan «larga»? Bueno… digamos que en los primeros catorce metros el objetivo no puede enfocarse sobre nada, y varias publicaciones colocan a su distancia hiperfocal en 12 kilómetros.


Es como si se lo hubieran robado del set de Star Wars… (Fuente: B&H)

En resumen, un teleobjetivo que demandaba dos o tres personas para ser trasladado, instalado y utilizado, cuya fabricación era tan delicada y exclusiva que demoraba un año y medio, y tan raro que se deben haber producido dos docenas como mucho. Es más, creo que decir «raro» no es suficiente, ya que Canon ni siquiera tiene una unidad propia, después de que su único objetivo fuera dañado de forma permanente durante su transporte. El último Canon EF 1200mm usado en venta llegó a tener un precio de 180 mil dólares, con un costo de envío de cuatro dígitos, dependiendo del país.

(N. del R.: De nuestros archivos, publicada originalmente en diciembre de 2015, con varios ajustes. ¿Qué más puedo decir? Es una bestia, y Canon la «revivió» hasta cierto punto con la nueva serie «RF 1200mm f/8 L IS USM».)


Fuente: B&H


Escrito por Lisandro Pardo

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