Por fin la industria se pone de acuerdo para unificar el sistema de carga de los teléfonos móviles. Y además, quieren que el conector sea un micro USB, uno de los más versátiles del entorno tecnológico doméstico. Se lleva peleando por esto mucho tiempo pero el acuerdo parece firme para llevarlo a cabo en 2010. Un pequeño paso para la industria pero un gran paso para la humanidad (que hartos estábamos).
Puede que esta noticia no sea tan atractiva como el arranque del Gran Colisionar de Hadrones pero podemos asegurar que, para millones de personas, la unificación del cargador de móviles ha sido objeto de una intensa reivindicación. Hace ya demasiados años que los consumidores demandan que las marcas dejen de complicarles la vida inútilmente con multitud de dispositivos diferentes. La industria lleva mucho tiempo alargando la promesa de la unificación de cargadores pero parece que por fin han llegado a un punto de acuerdo. Han firmado un pacto, tutelados por la Comisión Europea, para convertir el micro USB en el conector universal para cargar los teléfonos móviles. La fecha concreta se estima para el verano del 2010.
El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Empresa e Industria, Günter Verheugen, ha confirmado el acuerdo con las empresas más importantes del sector (Apple, LG, Motorola, NEC, Nokia, Qualcomm, Research in Motion, Samsung, Sony Ericsson y Texas Instruments) que representan el 90 % del mercado de teléfonos móviles. El Ejecutivo comunitario trabajará para impulsar una norma común que garantice un uso en condiciones seguras de los nuevos móviles, explicó el comisario. "Falta por desarrollar un estándar común que garantice la seguridad de este producto (…) Se puede hacer bastante rápido. En un año, más o menos, los nuevos móviles contarán con este nuevo cargador", detalló.
Actualmente, los teléfonos móviles con capacidad de transmisión de datos ocupan una cuarta parte del pastel del mercado, pero tal y como avanza el futuro, nadie duda que serán los dispositivos predominantes dentro de muy poco tiempo. Para los teléfonos actuales se estudia también un adaptador que será añadido al cargador único para promover la integración total. Con esto, se facilitará la vida a los usuarios, se reducirá el impacto medioambiental y se hará más segura la experiencia tecnológica. El nuevo cargador permitirá que si el móvil está cargado éste no consuma electricidad de la red de alimentación aunque el terminal esté conectado a la misma y, además, permitirá cargar los dispositivos de manera más simple y rápida. El cargador será fabricado en China, para ahorrar costes.
Se pretende también involucrar a los EEUU y China como socios para extender el uso del cargador único por todo el mundo. Verheugen confía en que esto llegará muy pronto. También habla de las excepciones que no soportará el nuevo cargador: "los modelos antiguos", los móviles incorporados a los relojes de pulsera o los diseñados específicamente para menores de edad, que permiten la recepción de llamadas pero no realizar llamadas desde dicho terminal de móvil. Precisó que se desarrollará un aparato "conversor" para ajustar los móviles antiguos a la nueva interfaz. El comisario habló sobre la posibilidad de extender el cargador único a otros aparatos, como portátiles o cámaras digitales, pero prefiere centrarse primero en los teléfonos móviles, para no ralentizar la comercialización puesto que la diferente capacidad de batería hace difícil la unificación en un tiempo razonable.
El cargador único ha sido una reivindicación que llevamos toda la vida reclamando. Parece una trivialidad pero las ventajas que proporciona el disponer de un elemento de carga común para todas las marcas de móvil son innumerables. Atrás quedará la pesadilla del cargamento de cables y cacharros a que obligaban las marcas con tanto cargador específico. Como decíamos en el encabezado, esto será un pequeño paso para la industria electrónica, pero un gran paso para la humanidad.
