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El superordenador Cóndor ya está en línea

Hace ya más de un año habíamos dado el primer vistazo a este superordenador que honestamente no tiene mucho en común con otros sistemas alrededor del mundo. Iniciado como un proyecto de la Fuerza Aérea estadounidense, el Cóndor está compuesto por más de mil setecientas consolas PlayStation 3, interconectadas entre sí. Su objetivo principal será asistir en el análisis de imágenes en tiempo real sobre una zona específica de 24 kilómetros cuadrados, pero esa será apenas una de sus tareas. El sistema ya se encuentra activo, aunque sus propios desarrolladores ya anticipan su obsolescencia dentro de un par de años.

Con todas las cámaras, dispositivos y aviones de vigilancia funcionando alrededor del globo, obtener imágenes específicas de una zona es algo sencillo. Lo complicado es analizar a cada imagen y encontrar patrones que pueden ser la diferencia entre una catástrofe y salvar vidas. Se trata simplemente de demasiado terreno para cubrir, y se necesita de una asistencia tecnológica considerable. Allí es en donde entra el Cóndor, el no tan nuevo pero sí completamente operacional superordenador creado en el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea en Rome, New York. En febrero de 2010 habíamos anticipado que el superordenador estaba compuesto por más de 1.700 consolas PlayStation 3, uniendo su ya de por sí masivo poder de procesamiento.

Al utilizar estas consolas, el sistema Cóndor se ha convertido en uno de los cuarenta más rápidos del globo, y lo más llamativo de todo es que el proyecto comenzó con apenas ocho consolas. Los resultados preliminares fueron tan buenos que expandieron la cantidad a 336, hasta llegar a las más de mil setecientas consolas cuando el Departamento de Defensa aprobó en 2009 una extensión de fondos por dos millones y medio de dólares. La tarea principal de Cóndor será analizar imágenes de vigilancia obtenidas por aviones espía, y encontrar detalles importantes que deban ser destacados en un terreno de 24 kilómetros cuadrados. Sin embargo, la vigilancia de Cóndor no sólo funciona en la tierra, sino también en el aspecto aeroespacial. Cóndor puede analizar imágenes de radar de objetos espaciales obtenidas en tierra, y procesarlas con un alto nivel de detalle.

La última función de Cóndor es lo que llaman “inteligencia computacional”. Cóndor puede analizar hasta veinte páginas de texto por segundo y determinar qué secciones y palabras faltan, restaurando el texto perdido con un 99.9 por ciento de exactitud. Hasta aquí son puras virtudes para el Cóndor, pero su destino como pieza obsoleta ya está siendo anticipado. Sus desarrolladores hablan de chips dedicados a móviles inteligentes interconectados, con un nivel de miniaturización tal que en cada “dron” de vigilancia podría existir una especie de Cóndor en miniatura, con un consumo de energía mucho menor. Todo parece indicar que Cóndor tiene mucho trabajo por delante, pero la idea de chips de móviles como base para un superordenador, no parece tan descabellada.

Escrito por Lisandro Pardo

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