Lisandro Pardo
El director de «Who Killed the Electric Car?» y «Revenge of the Electric Car» Chris Paine acaba de lanzar a su nuevo documental «Do You Trust This Computer?», en el que explora los principales riesgos vinculados a las inteligencias artificiales. Uno de los entrevistados en este documental es nada menos que Elon Musk, quien no ha ahorrado palabras a la hora de criticar su desarrollo, y en esta ocasión sugiere algo aterrador: Una IA construida por un gobierno autoritario podría escapar al control de su creador e instalarse en el poder como una dictadora inmortal.
Si hay algo que la ciencia ficción ha sugerido durante décadas es que no la vamos a pasar bien una vez que las inteligencias artificiales alcancen su independencia y vean a la humanidad como un elemento descartable, o por el contrario, un recurso que debe ser administrado con lógica y frialdad. Desde Skynet hasta Colossus, esta trampa binaria de «esclavos o muertos» bajo una inteligencia artificial le ha quitado el sueño a docenas de expertos, y uno de los más vocales al respecto ha sido Elon Musk. En julio del año pasado dijo que los gobiernos deben regular de forma proactiva su desarrollo. Dos meses después agregó que podrían provocar el inicio de la Tercera Guerra Mundial. ¿Qué es lo que sigue en la lista? Básicamente, se van a convertir en dictadoras implacables.
Elon Musk es uno de los entrevistados en el nuevo documental «Do You Trust This Computer?» de Chris Paine, y fue gracias a él que este filme se transmitió sin costo vía streaming durante el fin de semana (cuatro dólares si lo quieres ver ahora). Más allá de iniciar guerras y acabar con la humanidad, Musk visualiza otro camino para las inteligencias artificiales, y es el de líderes políticos absolutos. En un intento por expandir su poder, los gobiernos autoritarios de turno podrían acelerar la adopción de inteligencias artificiales y por extensión «crear una estructura de opresión permanente». Mientras que los tiranos de carne y hueso están limitados por el factor humano, la mortalidad no es un problema para las inteligencias artificiales.
Y la realidad le está dando la razón a Musk. El uso de algoritmos y herramientas digitales avanzadas por parte de Rusia para debilitar a oponentes de forma indirecta se encuentra muy bien documentado, a lo que debemos sumar la vigilancia masiva en China, y su nuevo sistema de «créditos sociales» que entrará en vigencia dentro de un par de años, al que occidente ve como el hijo de Gran Hermano y el Big Data, respaldado por el uso de (obviamente) más algoritmos. Si un pequeño porcentaje de lo expresado por Musk sobre inteligencia artificial se cumple, más que entrenar a la próxima generación como potenciales John Connor, vamos a necesitar una red global de satélites EMP y la «diplomacia de Snake Plissken».
