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¿Es justo dividir el costo de una llamada entre emisor y receptor?

La Unión Europea está analizando la posibilidad de eliminar el actual régimen, denominado Calling Party Pays, o “el que llama paga”, para pasar a uno similar al de EEUU en donde ambas partes involucradas en una llamada corren con los gastos

El principal motivo que esgrimen quienes reclaman esto es que el régimen actual está deteriorando el crecimiento tecnológico, y que mientras tanto la web vive sin ese costo implícito, denominado de terminación de la llamada. Y si tal modelo ha podido sobrevivir en el tiempo y convertirse en parte esencial de nuestras vidas como hoy lo es la web, es porque es viable económicamente hablando.

A esa conclusión ha llegado un estudio llevado a cabo por varias de las compañías de telecomunicaciones más importantes de Europa, que lo encargaron a la consultora WIK. Todo surge de los comienzos de la telefonía en el continente, cuando los monopolios que gobernaban el mercado simplemente les decían a los clientes cual era el costo de las comunicaciones y estos lo pagaban gustoso.

En EEUU, en cambio, al ser la gente más desconfiada, se pidió desde siempre un detalle de los llamados, algo que se volvió tan “molesto” y complicado para muchas telefónicas que optaron por no cobrar las llamadas urbanas, ganando únicamente con las llamadas interurbanas o de larga distancia. Cuando la telefonía móvil hizo su aparición, pues, los clientes ya estaban acostumbrados a las llamadas gratuitas, pero lo que no puede ser gratis es el uso de la red, por ello en EEUU quedó la costumbre de que quien reciba llamada también pague su parte.

Algo que guarda relación con lo que son hoy las comunicaciones en la web: si alguien utiliza Skype para hablar, paga por su propia conexión a la red, que debe ser de banda ancha para poder utilizar el servicio. De este modo, ambos corren con su cuota de gastos para establecer una llamada. Gastos que en general están cubiertos por una tarifa mensual, algo que sucede también con la telefonia fija y la móvil. Pero el mayor fundamento que el estudio de WIK introduce respecto a la necesidad de que ambas partes de una comunicación paguen gastos es que con el actual modelo se desalienta la inversión por parte de las telefónicas.

El problema radica en que muchas compañías prefieren dejar su infraestructura tal cual está en lugar de invertir para mejorarlas, ya que luego el costo de la parte que ellas prestan no será cubierto. Dicho de otro modo, si solo paga quien realiza la llamada, si alguien de otra zona o país llama al lugar donde una telefónica ofrece servicios, esta solo recibirá el pago por parte de quien inició la llamada. Y esos pagos generalmente están regidos por tratados internacionales.

En cambio, si ambas partes de la comunicación se hiciesen cargo, las telefónicas podrían cobrar lo que dicte el mercado. Desde luego, la sola posibilidad de que eso se implemente en Europa seguramente ha de despertar controversia, pero el estudio de WIK asegura que a largo plazo abarataría las comunicaciones

Escrito por editorwp_2544

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