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Game Tin: Consola portátil que funciona sin baterías (energía solar)

Las primeras generaciones de consolas portátiles podían devorar baterías AA como si fueran caramelos. Hoy, la magia del litio ha mejorado mucho la situación, pero el creador de la micro consola Game Tin apuesta a eliminar por completo la dependencia de las baterías, usando dos pequeñas celdas solares y un supercapacitor que se carga en apenas 30 segundos.

El hecho de que el primer Game Boy sólo fuera capaz de reproducir en pantalla cuatro tonos de “gris” (¿o deberíamos decir verde?) y no tuviera ninguna clase de backlight lo ayudaba a consumir sus cuatro baterías AA con cierto cuidado. Sega trató de competir contra el Game Boy lanzando a su Game Gear, pero todas las mejoras tecnológicas resultaron ser irrelevantes cuando los usuarios descubrieron que debían reemplazar seis baterías AA cada tres horas. En la actualidad, no quedan dudas de que el hardware y los juegos entre las consolas portátiles han avanzado, pero el consumo de batería sigue dejando bastante que desear. Una PSP promedia menos de seis horas, la PS Vita está en un nivel similar, y la Nintendo 3DS varía mucho de acuerdo al juego (entre tres y ocho horas). ¿Se puede hacer algo al respecto?

No es la primera consola portátil open source que vemos, pero el uso de un supercapacitor y celdas solares hacen de la Game Tin algo diferente

Con el hardware que usan esas consolas, la única alternativa es recurrir a las baterías extendidas, que suelen hacer un buen trabajo. Pero la gente detrás del proyecto Game Tin está preparando una consola desde cero, y puede bajar las expectativas a un punto tal que el hardware logra prescindir por completo de una batería tradicional. Game Tin utiliza una pantalla monocromática de 128 por 128 píxeles, dos pequeñas celdas solares, un chip ARM Cortex M3 de 48 MHz, 128 kilobytes de RAM, un megabyte de memoria Flash, y un supercapacitor que se recarga en 30 segundos a través del puerto Micro USB. El consumo de energía que registra la consola Game Tin es tan bajo, que su supercapacitor la mantiene en funcionamiento por una hora y media en interiores, mientras que a la luz del sol, las celdas solares impiden cualquier interrupción.

De más está decirlo, no es lógico esperar juegos demasiado complejos en la Game Tin. Imagino que con el desarrollo suficiente alguien podría convertirla en un emulador de juegos para Game Boy (en la página oficial se habla de eso), pero es probable que sus dueños también sean desarrolladores interesados en escribir código nuevo. El gran inconveniente de la Game Tin es su precio. En realidad, su producción ni siquiera está garantizada, y la mezcla entre hardware personalizado y bajo volumen hacen que cada kit cargue con un precio de 200 dólares. Si la vemos como una plataforma de desarrollo, el número tal vez sea más fácil de digerir…

Escrito por Lisandro Pardo

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