La tendencia a la hora de realizar un respaldo es siempre hacia el exterior del ordenador, no importa el medio que se utilice. Un lugar que se ha convertido en una opción excelente para respaldar información es Internet, esa nube permanente que posee sistemas de redundancia y de seguridad mucho más amplios de los que podemos tener en nuestros hogares. Las cuentas de GMail han demostrado tener un uso muy variado para respaldar información en la red, pero esta vez podrás tener una copia local de tu casilla de correo.
De la red hacia el disco
Una de las virtudes que posee una cuenta de GMail es la capacidad para acceder a dicha cuenta a través de un cliente POP3 y almacenar los mensajes y archivos adjuntos de forma local. Otros tipos de cuentas también tienen esta capacidad, mientras que otras insisten en su hermetismo al respecto (*cough*Hotmail*cough*). Sin embargo, donde sacan ventaja las cuentas de GMail es en su capacidad de funcionar como un disco duro remoto, gracias a GMail Drive y a aplicaciones como Gmail Drive Config. Cualquier necesidad de respaldo que tengas, puedes cubrirlas con estos dos programas, siempre y cuando poseas la capacidad de transferencia suficiente como para que subir archivos no se convierta en algo tortuoso.
¿Pero qué tal si necesitas una copia local de tu cuenta de Gmail? ¿Qué tal si no quieres o no puedes configurar un cliente POP3 para acceder a los mensajes? ¿Qué pasa cuando no hay una conexión a Internet disponible y necesitas ese dato crítico que estaba en uno de los correos electrónicos? Bueno, Gmail Backup puede salir al rescate en situaciones como esta. ¿Qué es lo que hace? Somos bastante precisos al decir que se trata del inverso de GMail Drive. Con GMail Drive guardas información en la cuenta, pero con GMail Backup, vuelves a colocarla en tu ordenador.
Su uso es increíblemente sencillo, tanto que toda la interfaz del programa se reduce a una sola ventana. Por supuesto, los datos indispensables para su funcionamiento son la dirección de correo y la contraseña, para que el programa pueda acceder a la cuenta. Luego debes especificar en qué carpeta serán almacenados los respaldos. Por último, puedes restringir el respaldo de mensajes por fecha, descargando sólo los que especifiques dentro de un intervalo de tiempo. La velocidad de descarga es relativa tanto a la conexión que poseas como a la cantidad de mensajes y el tamaño de los mismos, pero una bandeja de entrada de que sumaba alrededor de 30 MB se descargó sin inconvenientes en unos pocos minutos. Los mensajes son almacenados en formato EML, que puede ser leído por la gran mayoría de los clientes de correo, además de otras aplicaciones hechas por terceros. La opción para restaurar los mensajes a la casilla es tan fácil de usar como la función de descarga, la única diferencia es la velocidad del proceso, ya que subir los mensajes demorará significativamente más que descargarlos.
Siempre y cuando necesites una copia local de tu cuenta de GMail, o si tienes miedo a algún desastre debido a que más de una persona tiene acceso a tu cuenta, entonces esta herramienta podrá sacarte del apuro sin ninguna piedra en el camino. Combinando a GMail Backup con Drive Config, tendrás un control casi total sobre tu cuenta (o cuentas) de GMail.
