Menu
in

La cena de los filósofos: especialización y estupidez

Comilona

Comilona

Uno de los problemas clásicos que se plantean las ciencias de la computación es el de la Cena de los Filósofos, en donde se modeliza la situación de competencia entre diferentes procesos por el uso de recursos. Esto no es una novedad para los habitués de este sitio, pero hoy lo comentamos dado que nos han surgido algunas preguntas que nuestros lectores seguramente sabrán responder.

El maestro Dijkstra dictando clase en 1994 (¿Qué dedito usa para señalar?)

Esdger Dijkstra es uno de los científicos preferidos de esta sección. Este especialista en ciencias informáticas fue autor de muchos de los conceptos básicos que se usan hoy día en millones de dispositivos en todo el mundo. Clásicos como el algoritmo del camino más corto (que encuentra soluciones cuasi-óptimas para problemas no computables, y que ya abordaremos en esta sección), el sistema operativo THEOS (la primera alternativa a los costosos sistemas operativos de los Mainframes), la Notación Polaca Inversa (que incrementó para siempre el rendimiento operacional de los microprocesadores) y una larga lista de etcéteras. Entre estos estudios se encuentra, justamente, el de “La cena de los filósofos”. El planteo es sencillo y conocido por todos: un grupo de filósofos se sientan a cenar alrededor de una mesa redonda. Cada uno tiene su plato de comida y un palillo a la izquierda del plato. Un palillo por filósofo. Sin embargo, para que cada pensador pueda comer hace falta que tenga un palillo en cada mano al mismo tiempo (las ilustraciones suelen mostrar tenedores, pero tiene más sentido hablar de palillos).

 

Filosofos cenando

 

El problema que se presenta es lo que podría suceder si cada comensal toma un palillo a la vez y todos se quedan esperando por el siguiente palillo. Podría suceder que todos se queden esperando por siempre y mueran de hambre. Ante esta “condición de carrera” se plantearon diferentes posibles soluciones, como la de comer por turnos o que haya alguien que coordine el proceso. Aquí pueden correr en vivo una simulación de los procesos.

Si bien el problema que plantea Dijkstra es una modelización, no podemos dejar de pensar en lo que dice nuestro amigo, el malhumorado pensador Sergio Nepo: “¿No hubiera sido más fácil que cada filósofo tenga dos palillos, así nadie tiene que pelearse?” o “¿En serio se morirían de hambre, no son lo suficientemente inteligentes para, digamos, dejar los palillos en la mesa e irse a comer una pizza?”. Un famoso científico decía que el podía resolver las ecuaciones más abstrusas, pero si su automóvil no arrancaba porque se le había soltado un cablecito, no tenía otra opción que llamar a un mecánico.

A medida que avanza la tecnología cada vez es más inevitable ser “especialistas” en algo. Muchas opciones no quedan. En la antiguedad, las ciencias se fundían con la filosofía: el conocimiento no se había profundizado tanto, por lo que ser generalista era la única opción: saber un poco de cada cosa. Pero, hoy en día, ¿hasta dónde puede llegar la sectorización del conocimiento? Muchos sostienen que la especialización puede llegar a parecerse bastante a la estupidez.

¡Sabemos que nuestros lectores nos podrán dar su opinión sobre este candente tema, así que esperamos sus comentarios!

 

¡Hasta el próximo to bit!

Escrito por Gianni Sabbione

Gianni Sabbione es editor literario, científico y músico. Como editor trabajó y trabaja en editoriales y medios internacionales de EE.UU., España y Latinoamérica. Es asesor en reorganización y automatización de áreas de IT e investigó en IA y redes neuronales.
Es cantante de sus bandas de hard rock solista y de Color Púrpura, y aprovecha su perfil en Neoteo para promocionarlas. Al menos hasta que se de cuenta el Sr. Director del sitio.

Leave a Reply