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La máquina de Rube Goldberg más compleja del mundo (vídeo)

Son una pesadilla de ingeniería, pueden fallar en cualquier momento, su objetivo final es absurdo, y al mismo tiempo, resultan maravillosas. Uno simplemente no puede dejar de ver a una máquina de Rube Goldberg en funcionamiento, no importan si preparan un huevo, hacen un hoyo en uno o encienden una cerilla. El año pasado, estudiantes de la Universidad Purdue reclamaron el récord de la máquina de Rube Goldberg más compleja, con 244 pasos. En esta ocasión, representantes de esa misma universidad vuelven a la carga, creando un monstruo de 300 pasos cuya titánica tarea final es… inflar un globo y explotarlo.

Es inevitable, al menos para mí. Cuando escucho sobre una máquina de Rube Goldberg, automáticamente recuerdo las horas que pasaba frente a “The Incredible Machine”. Dicha serie se mantiene viva, y ha encontrado su lugar entre los dispositivos móviles, por lo que si no tienes los recursos y/o el tiempo para armar una máquina de Rube Goldberg real, puedes hacerlo de forma digital. Sin embargo, existen algunas personas que realizan un esfuerzo muy grande para darle forma a estas máquinas, y que incluso apuntan a superar récords. Hace aproximadamente un año, un grupo de la Universidad Purdue se quedó con el récord mundial de la máquina Rube Goldberg más compleja. En total, tenía 244 pasos.

Ahora, el mismo grupo ha hecho trizas su récord anterior, elevando la cantidad de pasos a 300. A simple vista la máquina es extremadamente compleja. El hecho de que sus fases puedan rotar hace las cosas más complicadas, aunque por otro lado, es una muy buena idea para ahorrar espacio de instalación. De acuerdo a la información publicada, la máquina demandó más de cinco mil horas, y se creó en ocasión del 25to. Concurso Anual que se lleva a cabo en la Universidad. Aún así, la competencia la ganó otra máquina del St. Olaf College, con 191 pasos, mientras que la máquina de Purdue quedó segunda, debido a que necesitó asistencia humana. Después de completar su ciclo sin ninguna intervención, la máquina calificó para renovar el récord.

Tal y como sucedió con el vídeo de la máquina del año pasado, nos hubiese gustado observar una exposición más elaborada, ya que nadie puede negar que una máquina Rube Goldberg entra por los ojos. Sin embargo, el vídeo parece ser suficiente como para demostrar el grado de elaboración de la máquina, y la alegría de los involucrados al comprobar que su diseño puede funcionar sin intervención. Fueron 300 pasos para una máquina que al final sólo debió inflar un globo y hacerlo explotar, pero estamos convencidos de que no sólo podrán aumentar los pasos en el futuro, sino que podrán especificar una tarea aún más simple que esa como objetivo final.

Escrito por Lisandro Pardo

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