Menu
in

Osito de peluche robótico (Fujitsu)

Cada vez que se desarrolla un robot capaz de demostrar emociones o mantener una conversación, tiene aspecto humano, poniendo a prueba una vez más la hipótesis del Valle Inquietante. Fujitsu, yendo contra la corriente, está trabajando en un osito de peluche robótico capaz de moverse, hablar e interactuar con otras personas mediante una cámara, un sintetizador de voz y 300 patrones de movimientos. En el futuro, Fujitsu apunta a que estos robots levanten el ánimo de los pacientes en “terapias robóticas”.

Hemos visto muchos robots que pueden comunicarse con las personas, mostrar emociones y, hasta en ciertos casos, enamorarse. Ahora Fujitsu decidió dar unos pasos hacia adelante y presentar una vuelta de tuerca al robot comunicativo con un oso de peluche robótico capaz de comunicarse. Este simpático robotito ha sido definido como un “robot social con personalidad” y es capaz de hacer gestos, contacto visual y tener conversaciones triviales (small talk).

A pesar de ser un osito de peluche y tener la apariencia de un juguete para niños, en realidad fue diseñado con usuarios adultos en mente. El osito tiene una cámara en el hocico para detectar el medioambiente y responder a él, mediante distintos movimientos. Por ejemplo, si detecta que alguien está saludando, devuelve el saludo o si alguien está mirando en su dirección mientras duerme, puede despertarse. Además, un sintetizador de voz le permite hablar mediante pequeños parlantes internos y cada palabra está sincronizada al comportamiento del robot.

Estos robots son capaces de realizar cerca de 300 patrones de movimiento, levantando sus brazos, mirando hacia distintas direcciones y moviendo las piernas. Todos estos movimientos trabajan en conjunto para demostrar distintas emociones, como felicidad, tristeza y enojo. Y como puede ser conectado al ordenador vía USB, se podrán descargar nuevos movimientos. Además, el objetivo final sería que, en el futuro, pueda ser utilizado en algo que han llamado “terapia robótica”, para pacientes que sufren de demencia, de la misma manera que animales reales funcionan para levantar el ánimo de muchos pacientes.

Si ha habido un problema con los robots humanoides a lo largo de los años es que nunca se veían bien. A pesar de poder tener conversaciones y demostrar emociones, el Uncanny Valley o Valle Inquietate siempre ha estado allí para hacernos sentir un escalofrío en la espina cuando lo veíamos moverse. Por el contrario, este osito demuestra que tienen muchas utilidades, inclusive médicas, a pesar de tener la apariencia de un juguete para niños.

Escrito por Tomás Garcia

Leave a Reply