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Skulltag: Doom multijugador en línea

La saga Doom, especialmente los dos primeros títulos, fueron los que de forma definitiva asentaron el género de los juegos FPS (First Person Shooter) en nuestros ordenadores. A partir de estas dos maravillas han surgido excelentes juegos de la misma mecánica, pero siempre nos vemos inclinados a recordar aquellas gloriosas partidas eliminando hordas demoníacas. La diversión fue aún más allá con el soporte para partidas multijugador, pero éstas se llevaban a cabo en una red local debido a que, bueno, todavía no había Internet como la conocemos ahora. Sin embargo, un grupo de entusiastas ha logrado expandir a Doom, permitiendo que múltiples jugadores alrededor del mundo puedan enfrentarse en este espectacular título.

Me cuesta mucho trabajo describir lo que pasaba por mi interior cada vez que jugábamos una partida de Doom en aquellas épocas en las que el DOS gobernaba el universo y Windows era un simple entorno operativo. Mi primera partida multijugador en Doom fue con dos ordenadores enlazados a través de un cable que se conectaba a los puertos COM, el cual había que tratar con una delicadeza absoluta si no se quería perder sincronización entre los dos sistemas. Luego se evolucionó un poco, y pasamos de puertos COM a conexiones coaxiales de diez megabits con tarjetas ISA que ahora son piezas de museo, pero que en ese entonces eran una maravilla. Gritos de marines muertos, misiles volando por todas partes, insultos y por supuesto, explosiones de carcajadas que daban su sello único a cada partida. Ahora la gran mayoría de los juegos cuenta con un soporte multijugador para realizar partidas a través de Internet, pero todavía seguimos recordando aquellos años de llevar el ordenador al hombro a la casa de un amigo.

Skulltag aprovecha a Internet como la plataforma multijugador definitiva que es, y permite que un jugador con una copia de Doom pueda acceder a diferentes servidores diseminados alrededor del mundo en donde una gran cantidad de jugadores mantienen épicas batallas que van desde los clásicos Deathmatch hasta modos de combate que son propios de Skulltag. Cada partida soporta hasta un máximo de 32 jugadores, y como si eso fuera poco es posible jugarlo con algunas modificaciones, como por ejemplo el mod GZDoom que agrega soporte OpenGL, una consola como tienen los FPS actuales, y asignación de teclas al estilo Quake.

Skulltag es compatible tanto con Windows como con Linux, y para quienes no deseen instalarlo en el sistema cuentan con una versión Zip ejecutable desde una carpeta temporal. También puedes acceder a herramientas adicionales para configurar el juego, e incluso hay disponibles algunos vídeos con partidas que no tienen desperdicio. La parte complicada de Skulltag es obtener una copia funcional de los Doom originales, ya que necesita a sus archivos para funcionar correctamente. Obviamente no te diremos dónde puedes buscar una, aunque eso no es un gran impedimento teniendo en cuenta las facilidades que entrega Internet para algunas cosas en estos días. Si quieres un nuevo desafío multijugador, o si simplemente quieres recordar viejas épocas en las que pasabas horas frente al Doom, deberías echarle un vistazo a Skulltag.

Escrito por Lisandro Pardo

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