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SpaceX vuelve a hacer historia aterrizando un cohete en su dron marítimo

Damas y caballeros… lo lograron de nuevo. Si uno sigue de cerca los avances de SpaceX rápidamente llega a la conclusión de que «era cuestión de tiempo» para que algo así sucediera, pero eso no modifica el hecho de que nos encontramos ante un nuevo capítulo en la historia de la era espacial. Después de llevar a cabo una misión de reabastecimiento destinada a la Estación Espacial Internacional, SpaceX aterrizó con éxito su cohete Falcon 9 sobre un dron marítimo.

Hay muchos aspectos que deben ser optimizados en un lanzamiento espacial si lo que se quiere es colocar material en órbita a un costo menor, y uno de los más críticos es la capacidad de reutilización. El concepto no es precisamente nuevo que digamos, ya que los transbordadores espaciales acumularon más de 130 misiones (incluyendo aquellas del prototipo Enterprise), pero ahora, toda la atención está en los cohetes. El trabajo de SpaceX ha sido particularmente impresionante aún con sus fallas acumuladas, y la compañía de Elon Musk hoy puede decir que retiró de su lista a dos de sus más grandes objetivos: Aterrizar un cohete en tierra, y otro en el mar. El primer caso se dio en diciembre del año pasado, después de colocar once satélites en órbita para la misión Orbcomm 2. Y el segundo, fue hace pocas horas. Veamos:

 

No, no es ningún truco visual: La primera fase del cohete Falcon 9 que completó con éxito la misión CRS-8 aterrizó sin inconvenientes sobre el dron marítimo «Of Course I Still Love You». Oficialmente, este es el quinto intento de SpaceX en realizar un aterrizaje (o el sexto, de acuerdo a cómo se interpreten sus pruebas), y el proceso completo demandó poco menos de nueve minutos. El cohete logró dejar en buen camino a la cápsula Dragon, cargada con materiales y provisiones para la Estación Espacial Internacional, y cuyo manifiesto incluye a la unidad expandible Bigelow que servirá como módulo experimental durante los próximos dos años.

 

Para visualizar un poco mejor lo que ha logrado SpaceX en esta ocasión, consideremos lo siguiente: Tal y como mencioné más arriba, el cohete que aterrizó en el dron es un Falcon 9, versión 1.1 Full Thrust. El cohete con su cápsula tiene 70 metros de alto, o sea, un edificio de unos 25 pisos. La superficie del dron es de 91.5 por 52 metros, bastante grande desde un punto de vista humano, pero muy pequeña para una situación de aterrizaje, y sin olvidar el detalle de que está flotando en el agua, mientras sus motores tratan de compensar el movimiento en un intento por alcanzar la mayor estabilidad posible. Este segundo éxito de SpaceX es aún más grande que el primero, pero en la compañía saben que habrá fallas en el futuro, y más allá de la euforia, no olvidan que es un trabajo a largo plazo.

Escrito por Lisandro Pardo

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