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Splinter Cell: Double Agent

La misión más peligrosa que le toca afrontar a Sam Fisher en toda su carrera es el marco perfecto para la cuarta entrega de la saga Splinter Cell, donde las decisiones tomarán un papel fundamental en el futuro inmediato del agente encubierto.Desde el año 2003, cuando Sam Fisher hizo su primera aparición en el mundo de los videojuegos, los títulos de sigilo e infiltración no fueron los mismos. Previamente, Solid Snake y su Metal Gear Solid había marcado la referencia más significativa, principalmente, en el PlayStation de Sony. Por estos tiempos, Splinter Cell se perfila como una saga en pleno ascenso, mientras que Metal Gear lucha por mantenerse en la cima que desde hace años ocupa.

Sam, en su nueva aventura

Pelea por el podio aparte, lo cierto es que estamos ante un nuevo Splinter Cell, y muy, muy bueno. Los cambios en el concepto de juego le dieron un aire fresco a la jugabilidad, que poco había evolucionado en Pandora Tomorrow y Chaos Theory (la segunda y tercera parte, respectivamente). Además, con la potencia del hardware de la nueva generación, podemos disfrutar de un Sam Fisher caracterizado de manera excelente. La combinación de ambos apartados dan como resultado una aventura excitante, entretenida y con mucho suspenso. Eso si: impacientes, abstenerse.

La peligrosa vida de Sam lo llevó a vivir todo tipo de situaciones. Misiones donde vivió, sintió y se enteró de muchas cosas que permanecen ocultas para la sociedad. Pero nada lo había preparado para lo que estaba a punto de atravesar.

En el primer nivel de esta entrega, Sam afronta una misión de extremo riesgo con un compañero de equipo. En esta introducción, mientras aprendemos (o recordamos) los movimientos básicos de nuestro protagonista, llegamos a una instancia en que vemos cómo nuestro aliado es asesinado. En ese momento deberemos terminar la misión, más allá de lo que haya ocurrido, pero en la secuencia posterior observaremos a Fisher haber sentido muy fuertemente la pérdida. Para peor, meses más tarde, la hija de Sam es atropellada y muere a causa de este accidente. Desde ese momento, la vida del agente más experimentado del NSA cambia radicalmente.

Sam y su traje distintivo

Luego de un tiempo en el cual Sam deja sus ocupaciones, llega el momento de retornar y afrontar la más peligrosa tarea. Con el objetivo de desenmascarar a una poderosa banda criminal, la NSA lo hace ingresar como preso en una cárcel de alta seguridad, donde la meta consiste en hacerse “amigo” del capo de esta banda y ganarnos su confianza. ¿Cómo? Armando un tumulto en las instalaciones y permitiéndole el escape. Sin duda, lograda la hazaña, Sam pasa a formar parte de la agrupación mafiosa, lo que constituye el primer paso de su misión.

El concepto de “agente doble” es muy interesante. Si bien somos parte de la agrupación terrorista e iremos a donde ellos nos indiquen, en dichos lugares también llevaremos a cabo los pedidos que vengan por parte de la NSA. Por lo tanto, hay objetivos tanto de la agencia como de la banda, y según cuáles cumplamos, la confianza aumentará con uno u otro bando. El medidor que la representa se muestra casi constantemente en pantalla, ya que irá variando con cada una de las acciones que desarrollemos. Circular por instalaciones no permitidas del edificio terrorista –una maniobra obligada por los objetivos de la NSA– hará que comiencen a sospechar de nosotros, disminuyendo su confianza. Cuando alguna de las barras baje hasta cero, se dará por terminada la misión, por lo que hay que tener mucho cuidado con lo que hacemos y dejamos de hacer. Por si fuera poco, alguno de los objetivos pueden llegar a contradecirse: lo que puede ser bueno para la agencia, es malo para el grupo criminal, y viceversa. Está en nosotros la decisión de qué hacer.

La visita a Shangai

Las misiones principales transcurren en una gran variedad de lugares, con diferentes situaciones y estados climáticos. Barcos, edificios, pequeños pueblos y demás, son algunos de ellos. Cualquiera sea el caso, Sam cuenta con una increíble cantidad de movimientos para escabullirse sin ser detectado. Además de hacerse semi invisible en la oscuridad, puede atacar saliendo desde el agua, esconderse en armarios, lanzarse y colgarse con sogas, treparse por cualquier saliente que esté a su alcance o tirarse debajo de un auto, por citar algunos pocos ejemplos. Lo mejor es que todo se realiza de manera muy simple, y casi siempre no tendremos que recurrir más que a uno o dos botones para cometer la acción.

Sam es famoso por sus habilidades a la hora de pasar desapercibido. Desde su caminata silenciosa en cuclillas, su plasticidad para hacer movimientos rápidos y su vestimenta de camuflaje, estamos ante un auténtico agente secreto. La luz indicadora que posee en el traje indica qué tan oculto está: con verde somos prácticamente invisibles, en amarillo hay que tener precaución y en rojo estamos totalmente expuestos.

Double Agent en el Nintendo Wii

Ante los enemigos, las alternativas son varias, pero no todas son efectivas. Lo ideal siempre es acercarse por detrás y tomarlo del cuello. De esta manera, si tiene alguna información valiosa, Sam no dudará en extraerla. Si no es así, con un simple golpe quedará inconsciente y fuera de combate. Si la situación no da para arrimarse, un certero tiro con la pistola silenciadora o el rifle de precisión pueden brindar resultados similares, aunque matar disminuya el puntaje final de la misión. Como ayudas complementarias, contamos con granadas aturdidoras, dardos de seguimiento, micrófonos de larga distancia y todo tipo de herramientas para hackear computadoras y abrir puertas cerradas. Todo esto sin contar los tres modos de visión característicos de Splinter Cell.

Hay que hacer una aclaración: Double Agent está disponible para una selecta variedad de plataformas, tanto de la generación anterior (PlayStation 2, GameCube, Xbox) como de la nueva (Xbox 360, Wii) y, por supuesto, en los ordenadores. Esto significa que las versiones varían sustancialmente en este campo. De hecho, esta entrega de Splinter Cell brilla espectacularmente en Xbox 360 y las compatibles, se ve muy bien en el Wii y tiene gráficos correctos en el resto de las consolas. Vale la pena hacer hincapié en las plataformas más avanzadas, ya que los efectos de iluminación, de sombras, las texturas utilizadas y las animaciones son de lo mejorcito que hay. No por nada viene presentado en un DVD de doble capa. Por desgracia, ciertos errores opacan el apartado técnico de Double Agent. En algunas ocasiones, Sam atraviesa las paredes, o se observan deficiencias visuales notorias. Para colmo, el parche disponible no soluciona completamente estas fallas, por lo que habrá que esperar a que UbiSoft se digne a sacar un futuro arreglo.

Acción en tercera y en primera persona

Se agradece que, nuevamente, se hayan tomado el trabajo de doblar las voces al castellano. Y los resultados fueron excelentes. Tanto Sam como los miembros de la NSA cuentan con la misma voz que en versiones previas, algo digno de remarcar (ya que siempre cumplieron su papel a la perfección). La música es otro aspecto que se mantuvo constante y a la altura de la saga.

En conclusión, ya sea a través del modo para un sólo jugador como en el multijugador (donde se incluye la variante cooperativa), estamos ante el mejor Splinter Cell hasta la fecha. Si disponen de un Xbox 360 o un ordenador potente, la experiencia es ampliamente satisfactoria en la parte gráfica, pero la intensa historia de Sam Fisher se disfruta de igual forma en todas las plataformas.

Promedio: 91%

Escrito por editorwp_6720

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