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Synlight: El sol artificial más grande del mundo

Un simulador para desarrollar combustibles solares

La energía solar es limpia, abundante, y cada vez más económica, pero a veces puede ser caprichosa. Su disponibilidad varía con cada estación, y basta un día nublado para retrasar a experimentos enteros. Dicho de otro modo, lo que necesitan los científicos es un entorno controlado, y eso es exactamente lo que ofrece Synlight, el sol artificial más grande del mundo. 149 lámparas, tres mil grados en su punto más caliente, y un objetivo: Transformar energía solar en combustible.

Muchos políticos todavía siguen teniendo sueños húmedos con combustibles fósiles y viejos dólares que ya no van a volver, pero el mundo está cada vez más convencido de que su futuro es solar, eólico, geotérmico… alternativo. Una de las grandes preguntas que se hacen los expertos es cómo podemos almacenar y/o convertir con mayor eficiencia a toda esa energía. En el caso de la tecnología solar, las opciones con un potencial superior son dos: Producción de hidrógeno, y reducción fotoquímica de dióxido de carbono. El hidrógeno se crea vía electrólisis, y si encontramos la forma de introducir al Sol en el proceso, sería fantástico. Los desafíos son grandes, comenzando por el hecho de que el clima no siempre ayuda, pero la respuesta del Centro Aeroespacial Alemán fue contundente: Fabricar el sol artificial más grande del planeta.

Su tamaño es escalofriante

Se trata de Synlight, un sistema con una configuración de colmena ubicado en Jülich, a treinta kilómetros de Colonia. El «simulador solar» está formado por 149 lámparas de xenón de arco corto, concentrando su luz en un cuadrado de apenas 20 por 20 centímetros. Como referencia, una de estas lámparas es suficiente para iluminar la pantalla de un cine grande, y cuando se activan todas, el objetivo alcanza una temperatura de 3.000 grados Celsius, recibiendo diez mil veces la radiación solar que llega a la superficie terrestre. El consumo total de las lámparas asciende a 350 kilovatios.

Producir hidrógeno requiere mucha energía. Synlight puede simular esa condición.

Los investigadores pueden usar esa temperatura para la fabricación de diferentes combustibles, pero el hidrógeno parece ser la prioridad. Recordemos que se quema sin producir dióxido de carbono, y más allá de su volatilidad, será una pieza clave en el desarrollo de fuentes alternativas.

Escrito por Lisandro Pardo

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