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To bit or not to bit: ¡Procese esto antes de que sea demasiado tarde!

En mis tiempos había tiempo.
Es que era siempre tan temprano.
No se había inventado
el maleficio de la prisa, no.
(…) no venía nadie a medir
[el tiempo] ni guardarlo en cajas.

M. E. Walsh, “De mis tiempos”

 

¿Sientes que el tiempo no te alcanza para nada? Tal vez la tecnología tenga algo que ver… O, más precisamente, los que te la quieren vender. ¡No te pierdas nuestro To bit or not to bit de hoy, antes de que se te haga tarde!

Días atrás vi una publicidad que ofrecía una nueva banda ancha más rápida. El slogan era: “La velocidad importa”.

Me quedé pensando en la impunidad de las publicidades que afirman verdades universales. No había llegado a procesar esto cuando escuché este otro aviso publicitario que decía, palabras más, palabras menos:

“Hoy en día no tengo tiempo para nada. Hay que estar todo el tiempo corriendo. No tengo tiempo para estar con mis hijos. ¡Pero por suerte tengo el Dickphone (coloca aquí la marca que quieras), que me soluciona la vida!”.

¡Mira qué bien! La publicidad seguía:

“Ahora con el Fartpad puedo tener videoconferencia, estar conectado en cualquier momento y ver a mis hijos a través de la pantalla.”

¡Qué lindo! ¡Qué hermosa familia! He aquí un ejemplo de cómo nuestros cerebros son moldeados al antojo de los que quieren vendernos lo que sea y como sea. Pongámonos lógicos, analíticos, molestos. Tenemos ahí una proposición:

“Hay que estar todo el tiempo corriendo, pero por suerte tengo el Shitphone…” (etc.).

Encontramos ahí una premisa (“Hay que estar todo el tiempo corriendo”) y una conclusión (“Pero por suerte tengo el Boogerphone…”). Escrito en forma lógica, tenemos la forma condicional p → q (p implica q, premisa y conclusión).

Pero, a ver, no vayamos tan rápido (justamente). ¿Quién dice que la premisa es válida? La lógica matemática nos enseña que una función de verdad sólo es verdadera cuando el antecedente es verdadero. Si no lo es, a partir de él podemos sacar cualquier conclusión, aunque sea descabellada (por ejemplo: todos los elefantes son rosados, entonces la luna está hecha de queso verde).

Sigamos entonces: ¿quién dice que hay que estar todo el tiempo corriendo? ¿No será que, justamente, los productos que nos quieren vender hacen que podamos estar más tiempo corriendo? ¿No será que la lógica es inversa?

Leámoslo al revés: “Con el e-garbage Plus [que no es gratis] puedo ver a mis hijos por videoconferencia a través de banda ancha [que no es gratis], por lo tanto… ¡Puedo estar todo el día corriendo! ¡No necesito estar junto a ellos!”

¿No será que lo que quieren es que nosotros demos por válida la premisa, de forma tal que podamos enfocarnos en la conclusión? O tal vez, más bien, la pregunta a hacerse es: “¿Quién gana dinero con esto?”. Alejandro Dolina diría: “más que preocuparse por la tecnología, hay que preocuparse por los vendedores”.

Amigos, vivimos en un mundo de premisas que quieren imponernos todo el tiempo. Paul Virilio escribió en su libro Los límites de la velocidad acerca de esto, y de lo peligroso de cómo se aceleran los tiempos. Su obra está centrada en que el rasgo central de nuestra civilización es la velocidad. La velocidad entraña riesgo, dudas y… accidentes.

Virilio también nos comenta acerca de qué manera la velocidad ayuda a que lo negativo de los avances tecnológicos “sea prolijamente ocultado por la propaganda del progreso”. Ya hablaremos más de este pensador en futuras notas.

Como es habitual, esperamos sus dudas, críticas y sugerencias. Y a modo de despedida, el cierre del poema de María Elena Walsh con el que abrí esta nota, que ciertamente tiene mucho valor de verdad:

“Tiempo sin ser castigo.
Yo llegué a conocerlo: está enterrado
en lo más vivo de mi corazón.

Después vinieron los Relojes.”

¿Quién dice que hay que estar todo el tiempo corriendo? ¿No será que, justamente, los productos que nos quieren vender hacen que podamos estar más tiempo corriendo? ¿No será que la lógica es inversa?

Escrito por Gianni Sabbione

Gianni Sabbione es editor literario, científico y músico. Como editor trabajó y trabaja en editoriales y medios internacionales de EE.UU., España y Latinoamérica. Es asesor en reorganización y automatización de áreas de IT e investigó en IA y redes neuronales.
Es cantante de sus bandas de hard rock solista y de Color Púrpura, y aprovecha su perfil en Neoteo para promocionarlas. Al menos hasta que se de cuenta el Sr. Director del sitio.

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