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Un androide controlado con la mente (vídeo)

Avatares virtuales y robots controlados en forma remota pueden servir para aumentar la capacidad de comunicación y la productividad de muchas personas que pueden (o no) tener una limitación física. Aunque siempre será preferible una solución a nivel médico que elimine esas limitaciones, lo cierto es que controlar un androide con la mente tiene un potencial enorme. En eso están trabajando científicos del laboratorio conjunto del CNRS francés y el AIST japonés, y aunque el proceso es un poco crudo aún, no requiere de ningún procedimiento invasivo en el usuario.

¿Te gustaría controlar un robot con la mente? Hasta ahora hemos visto juguetes que registran cierta “actividad mental” y la traducen en acciones, pero sé que si te encuentras leyendo estas líneas piensas en la misma escala que yo, por ejemplo, controlar algo del tamaño de la grúa que usó la teniente Ripley, o similar a los avatares en The Surrogates. De hecho, ese cómic menciona una razón perfectamente válida para la investigación de avatares robóticos y sistemas de telepresencia, y que va mucho más allá del ocio o la curiosidad. Mientras escribo estas líneas no olvido que soy un privilegiado, porque hay gente allá afuera que ni siquiera puede sentarse frente un ordenador. ¿Cómo mejorar la calidad de vida de esas personas? ¿Cuál es la vía que les permitiría desarrollar y enriquecer sus mentes a pesar de las limitaciones de su cuerpo? Lamentablemente, los avances médicos se toman su tiempo en llegar a pesar de los esfuerzos. Mientras tanto, la tecnología busca ofrecer una alternativa a través del control mental.

Así encontramos a este desarrollo proveniente de un laboratorio que es mantenido en conjunto por el Centro Nacional Francés para la Investigación Científica y el Instituto Nacional de Tecnología y Ciencia Industrial Avanzada en Japón. Gracias a la utilización de una interfaz cerebro-ordenador no invasiva, el sistema puede registrar los pensamientos del usuario (que posee una especie de gorra repleta con electrodos) y enviarlos a un ordenador, donde una unidad de procesamiento de señales clasifica lo que el usuario está pensando. Con el nivel suficiente de atención, el sistema convierte el pensamiento del usuario en movimiento para el androide, y en la ejecución de determinadas tareas, algunas asociadas a ciertos iconos en la pantalla, y otras que dependen del objeto a manipular.

Las aplicaciones que ha mencionado el grupo de científicos van directamente hacia la telepresencia y el control de androides en forma remota, sin importar la distancia física. Como ejemplo, citaron que una persona parapléjica ubicada en Roma podría recorrer Japón como si fuera un turista más a través de los “ojos” del androide. Es posible observar en el vídeo que las limitaciones en este sistema de control son considerables, especialmente en el lado del androide, pero no deja de ser un paso muy importante. Antes, el “control mental” sólo podía ser considerado si el usuario se sometía a una operación de alto riesgo para mejorar la lectura de la interfaz. Ahora, un grupo de electrodos en una gorra pueden mover un robot. ¿Qué seguirá?

Escrito por Lisandro Pardo

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