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Veniam transforma vehículos en routers WiFi

Las demandas de conectividad son cada vez más altas, y los proveedores luchan para mantener el ritmo. Una cantidad impresionante de usuarios depende de la red móvil, que en general ofrece una experiencia frustrante. El objetivo de Veniam, una compañía portuguesa estacionada en California, es el de implementar su sistema NetRider usando taxis, autobuses y camiones municipales como puntos de acceso WiFi.

Mientras que en algunos países han comenzado a desactivar redes 2G y 3G por ser “obsoletas”, hay otros en los que resulta casi imposible recibir un correo electrónico en tiempo y forma. Esta diferencia de rendimiento deja a los usuarios al borde de una crisis, quienes pagan por un servicio deficiente. La presencia masiva de smartphones y tablets ha establecido nuevos parámetros que los proveedores no pueden o no quieren respetar. Y en ese punto es cuando aparece el WiFi, una mezcla entre salvador y mal necesario. El usuario se ve obligado a recorrer bares, tiendas, centros comerciales y otros establecimientos en busca de una red abierta y funcional.

 

Sin embargo, esta situación podría cambiar pronto. En vez de ir a buscar una señal WiFi, la señal WiFi podría llegar al usuario con la ayuda del sistema NetRider, desarrollado por la compañía portuguesa Veniam. La ciudad de Porto (Oporto en español) fue la escogida para desplegar a NetRider y crear la red WiFi vehicular más grande del mundo, transformando 600 vehículos (repartidos entre taxis, autobuses y camiones recolectores de basura) en puntos de acceso. Con una configuración diferente, NetRider puede operar de manera estática como lo hace cualquier otro router, pero es el aspecto móvil de la red WiFi lo que más llama la atención. La red de Veniam brinda conectividad a más de 70 mil personas por mes, sin cargo alguno.

Otro aspecto interesante es que el sistema NetRider no se limita a brindar acceso, sino que también recolecta información valiosa para planear obras y otros proyectos en una ciudad. A modo de ejemplo, si varios taxis se encuentran con un pozo en una calle específica, los sensores pueden transmitir información al municipio para determinar dónde está localizado. Veniam recibió casi cinco millones de dólares en financiación, lo que indica un respaldo muy fuerte a su sistema de WiFi vehicular. El siguiente paso es expandir el servicio a otras ciudades, comenzando con San Francisco, New York y Austin.

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Escrito por Lisandro Pardo

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