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1916: Primera Guerra más dinosaurios = Miedo

La brutalidad de la batalla. El horror de las armas químicas. El frío, el barro y la muerte en las trincheras. Los gritos de dolor y los disparos que suenan a lo lejos. La Primera Guerra fue especialmente efectiva a la hora de quebrar cuerpos y mentes, pero todo esto, así como lo lees, puede ser una alternativa menos dolorosa para este soldado que trata de sobrevivir. Hay algo más en las trincheras con él, un terror antiguo y hambriento, deseoso de carne. El objetivo es abandonar las trincheras en una pieza. El nombre es “1916: Der Unbekannte Krieg”. La pregunta, es si te animas a jugarlo.

Hubo tres juegos que realmente me hicieron saltar de la silla del miedo. El primero fue “Alone in the Dark”. Era poco menos que un muchacho cuando lo jugué por primera vez, y no había nada peor que un monstruo esperando al otro lado de la puerta listo para comerse a Edward Carnby. El segundo fue “Clive Barker’s: Undying”. Probablemente uno de los mejores juegos que jamás hayas jugado, hacia el final se vuelca bastante a la acción, pero algunos pasajes del mismo me dejaron los pelos de punta. El tercero fue Amnesia: The Dark Descent. Sólo dire que si logras ver uno de sus trailers completos, probablemente tengas la madera para jugarlo y terminarlo. Con un poco de suerte (no sé exactamente si buena o mala), tal vez haya encontrado el cuarto.

Su nombre original es 1916: Der Unbekannte Krieg, algo así como “1916: La Guerra Desconocida”, un desarrollo de la gente de DADIU, la Academia Nacional de Entretenimiento Interactivo Digital, ubicada en Dinamarca. Tiene la perspectiva de cualquier FPS, pero deberás creerme cuando te digo que no hay nada de “Shooter” aquí. Una de las primeras cosas que te enseña 1916 es que el miedo es algo realmente poderoso. Puede llegar a tener una influencia impresionante en nosotros, y es exactamente lo que verás (y sentirás) a través de los ojos del pobre soldado que controlas. Olvídate de contar con armas efectivas, o de consultar un mapa cada cinco segundos. No hay tutoriales, y las pocas ayudas están en un alemán casi imposible de leer. El rifle que encontrarás en el camino es apenas una burla perturbadora frente al terror que tienes por delante. Tus únicas ventajas son correr como un demonio, y el ocasional miembro que arrancas de tus compañeros muertos. En cuanto a los dinosaurios, puedes retrasarlos, pero son implacables. Tienen hambre, y no hay nada mejor que la presa viva.

A pesar de todo, la parte más importante del juego eres tú. Cómo lo enfrentas, cómo lo resuelves. A decir verdad, 1916: Der Unbekannte Krieg es mucho más corto de lo que parece, pero llegar a esa instancia final puede ser toda una pesadilla. Honestamente, no busques cómo terminarlo en la Web. No hay misiones para seguir (más allá de encontrar la escalera para escapar), ni personajes para crear. He visto en muchos lugares que consideran al final de 1916 absurdo, sin embargo yo creo que han errado el punto por completo. Aún con su material limitado, 1916 hace un excelente trabajo, y espero que llegues a la misma conclusión. Podrás jugarlo directamente desde el navegador con la instalación de un plugin, pero tendrás una mejor experiencia descargando una copia gratuita, sea para PC o para Mac. El resto, ya sabes cómo sigue: Apaga las luces, sube el volumen. Sobrevive. Si puedes.

Escrito por Lisandro Pardo

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