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Un zoológico vertical (concepto)

Hay diseños conceptuales que probablemente nunca se lleven a cabo, pero sin dudas son excelentes ideas. A estos se le suma un zoológico vertical de más de 100 metros que podría ser construido en Buenos Aires, en la Reserva Ecológica Costanera Sur. Se trata de una torre que podría servir como punto de anidación para miles de aves migratorias y un hábitat ecológico para todo tipo de animales. El Eco-Cliff, como fue ingresado al concurso, fue creado por Hila Davidpu, Tal Gazit, Eli Gotman y Hofi Harari.

Una de las estructuras conceptuales más interesantes que vimos en los últimos tiempos, fue aquella torre de burbujas del MIT, que estaba planeada para las Olimpiadas de 2012 a llevarse a cabo en Londres. Sin embargo, ahora estamos frente a un concepto aún más interesante, que podría construirse en Argentina. Se trata de un zoológico vertical que podría servir como punto de anidación para miles de aves migratorias y un hábitat ecológico para todo tipo de animales.

Este concepto fue diseñado por Hila Davidpu, Tal Gazit, Eli Gotman y Hofi Harari para participar de una competición para construir un zoológico vertical frente a Puerto Madero, en la Reserva Ecológica Costanera Sur. Sin dudas el Eco-Cliff es una de las propuestas más interesantes y el contendiente más importante a ganar el premio de US$4,500 y un viaje a Buenos Aires desde cualquier parte del mundo. Y aunque por el momento solo se trate de un concepto, sería un verdadero espectáculo para la vista si se hiciera realidad.

Según explican los responsables, para minimizar el uso de vehículos a motor, la torre solo sería accesible mediante teleférico y utilizaría un sistema de células fotoeléctricas para autoabastecerse de energía. Y no solo sería un impactante diseño, sino que también sería un zoológico y hábitat para varios tipos de animales. Todos los visitantes podrían ver a los animales a través de senderos que serpentearían a lo largo de la torre, ofreciendo una experiencia fuera de lo común para cualquier visitante.

Con la idea de simular un acantilado, la torre tendría varias aperturas para que ingresen los rayos del sol, lluvia y el aire fresco, y se serviría de un sistema de redes y cables para cumplir distintas funciones. La pregunta que quedaría por responder es si los animales serían capaces de vivir en una torre de más de 100 metros, tan fuera de su hábitat natural. Esperemos que sí, porque si llegan a hacerlo posible, sería una cita obligada como muchas otras fantásticas construcciones alrededor del mundo.

Escrito por Tomás Garcia

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