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AbyssBox: Criaturas abismales al nivel del mar

Las profundidades del océano pueden ser un lugar muy hostil para los humanos, pero resultan ser el hogar ideal para una gran cantidad de criaturas que, de ser trasladadas a la superficie, morirían debido al violento cambio en las condiciones de su entorno. Observar más de cerca a estas especies sería toda una experiencia, y para entregarles un ambiente seguro y adecuado a sus necesidades, el acuario francés Océanopolis ha desarrollado una cámara de alta presión llamada AbyssBox. Con un volumen de 16 litros, la AbyssBox puede crear una presión que equivale a unas 180 atmósferas.

Una de las últimas veces que hablamos sobre las profundidades del océano hicimos referencia al gran viaje de James Cameron, a bordo del submarino Deepsea Challenger. La primera impresión fue la de un desierto bajo el agua, aunque hay mucha más vida de la que parece allá abajo. Especies únicas por su capacidad de adaptación al frío, a la oscuridad y fundamentalmente a la presión extrema nos tienen asombrados. Sin embargo, los encuentros son muy limitados. Nos cuesta mucho trabajo ir allá abajo, y si de alguna forma trasladáramos a algunas de estas criaturas a la superficie, terminarían muertas por el cambio de presión. La naturaleza parece estar decidida a mantener una barrera entre su modo de vida y nuestra curiosidad, pero con la intervención de la tecnología, se puede llegar a un compromiso.

El acuario Océanopolis ubicado en Francia, uno de los más grandes de todo el continente europeo, ha desarrollado una cámara de alta presión bautizada AbyssBox. Posee un volumen total de 16 litros, y puede alcanzar una presión de 180 atmósferas, una valor adecuado para algunas de las especies que han encontrado un hogar allí, como el Mirocaris Fortunata (una especie de camarón), y el cangrejo Segonzacia Mesatlantica. Ambas especies se encuentran a un promedio de 1,800 metros de profundidad, y Bruce Shillito, mente responsable por la AbyssBox, también ha diseñado un sistema que permite recoger a estas criaturas de forma segura, y transferirlas a la cámara manteniendo constante la presión.

Otro detalle que se ha resuelto con la AbyssBox está en la comida, utilizando una especie de mini-cabina presurizada para alimentar a los animales. La temperatura se mantiene a diez grados Celsius, mientras que un delicado chorro de agua a 30 grados Celsius simula la presencia de una fuente hidrotermal. La presión contra la “ventana” de la cámara genera un empuje de 127 toneladas, lo cual equivale a que tres aviones Airbus A320 estuvieran colocados encima de ella. La AbyssBox es un desarrollo impresionante, capaz de acercarnos de forma segura a criaturas maravillosas, que de otra manera estarían vedadas a nuestros ojos.

Escrito por Lisandro Pardo

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