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Análisis – openSUSE 11.2

La frase dice que lo prometido es deuda, y como siempre, estamos dispuestos a cumplir con nuestros lectores. La semana pasada les habíamos anunciado a través de la noticia que informaba sobre la descarga de openSUSE 11.2, que haríamos un análisis más profundo sobre la distro. Obtuvimos una copia, llevamos a cabo su instalación, y hemos preparado una buena cantidad de imágenes para que todos los interesados puedan observar más de cerca a la distro del camaleón. Con una excelente implementación del entorno KDE, y varias actualizaciones a su software, aquí tenemos a openSUSE 11.2 después de casi once meses desde su última versión.

Y aquí está. Comenzamos hablando hace un par de días sobre el servicio SUSE Studio que nos permite crear distros personalizadas utilizando a openSUSE como base, y que todavía no ha sido adaptado para la utilización de la nueva distro. Luego anunciamos la disponibilidad de la descarga de la última versión, con algunos detalles que destacaban lo nuevo de la distro. Y ahora, para finalizar esta serie de artículos basados en openSUSE, llegamos al análisis de la versión 11.2. Tal y como hemos mencionado en el sumario, han pasado once meses desde la última versión de openSUSE. Es un período de desarrollo bastante largo en comparación con otras distros de Linux, aunque también hay ejemplos que se toman más tiempo entre versiones estables, como por ejemplo Debian, o las versiones de soporte a largo plazo de Ubuntu.

Sin ir más lejos, decidimos descargar la versión basada en KDE, de 700 megabytes. La imagen ISO tiene la opción para iniciarse en modo Live CD, e incluso es compatible con unidades extraíbles USB, para facilitar la instalación de openSUSE en sistemas como netbooks. No encontramos mayores problemas para especificar la configuración de pre-instalación, aunque quedamos un poco perplejos por la decisión del instalador de querer crear dos particiones en nuestro disco duro. No es que no estemos de acuerdo con ello. Bajo determinadas circunstancias, poseer dos particiones puede ser muy útil, pero llamó la atención el hecho de que especificara dos particiones como configuración por defecto. El modo manual puede llegar a ser un poco más complejo para algunos usuarios, pero con paciencia podrán indicar las particiones deseadas. Al igual que sucede con otras distros, ext4 es el sistema de archivos por defecto en openSUSE 11.2, una decisión que en parte va de la mano del kernel 2.6.31, también integrado a la distro.

Debemos reconocerlo: KDE se ve muy bien en openSUSE 11.2, y en lo personal, supera a la versión basada en GNOME. La combinación del tema conocido como "Air" junto con ciertas transparencias bien colocadas convierten al escritorio de openSUSE en un ejemplo de gran calidad. Al mismo tiempo, si el usuario lo desea puede activar ciertos gadgets, similares a los que se vieron en Windows Vista, pero evidentemente mucho más eficientes y benevolentes con el rendimiento del sistema. Obviamente, el usuario puede modificar diferentes aspectos del escritorio, pero la configuración que viene por defecto en la distro no nos parece nada mal. Los fondos de pantalla por defectos son pocos, aunque openSUSE ofrece un sistema muy sencillo para obtener más. Algunos de los que están disponibles son de muy buena calidad, y de seguro merecen un vistazo.

La implementación de YaST2, el sistema de configuración utilizado por openSUSE, ha recibido algunos cambios, pero nada de lo que se pueda considerar radical. Para los que no utilizaron openSUSE antes, el Centro de Control de YaST2 es una especie de híbrido entre Synaptic y el Centro de Software de Ubuntu. Su apariencia no está del todo mal, aunque las subcategorías podrían haber sido divididas de forma mucho más coherente. El tener las categorías a la izquierda, y luego verlas separadas por una simple línea difusa en la ventana principal hace que las cosas sean menos claras. No vamos a negar que funciona, pero la interfaz del Centro de Control no es del todo digna en comparación a lo que hemos visto en el resto del escritorio.

Las mayores actualizaciones se han visto a nivel del software general que le da forma a la distro, aunque hemos encontrado una sorpresa o dos. Mozilla Firefox no se encuentra en su versión 3.5.5, sino que está un punto por debajo. Sin embargo, OpenOffice sí se encuentra en su última versión 3.1.1, al igual que The GIMP en su versión 2.6.7, y ambos funcionan realmente bien. Hemos notado tras la instalación que había disponible una cantidad significativa de actualizaciones, y puede que el último Firefox se encuentre en la lista, por lo que es recomendable llevar a cabo el proceso. Dejen que la distro trabaje y actualice todo de una vez. Si llegan a ignorar a alguno de los paquetes, es posible que luego tengan problemas para encontrarlo y actualizarlo manualmente.

openSUSE 11.2 también ha mejorado su integración con las diferentes redes sociales. El cliente Choqok puede conectarse sin problemas a Twitter, en donde podrán obtener acceso inmediato a todos sus tweets sin mayores complicaciones. Hemos notado que Choqok puede abrir y mostrar en una miniatura aquellas imágenes que hayan sido presentadas en un enlace reducido, pero este buen detalle se ve nublado por la falta de "scroll" que sólo permite ver unos pocos mensajes, aunque esto es perdonable ya que Choqok aún se encuentra en desarrollo. Otro cliente presente es Kopete, el mensajero universal de KDE, que ahora tiene soporte para la mensajería disponible en Facebook. Si sólo deseas charlar con alguien a través del chat de Facebook, Kopete te ahorrará el trabajo de ingresar a la página para acceder al (muy problemático) chat integrado en la página web.

El progreso del número de versión en openSUSE puede parecer pobre, pero esta instancia de la distro realiza un salto de once meses en su contenido de software. La implementación de KDE es excelente, y siempre es bueno contar con software actualizado, especialmente en la navegación web y los paquetes de oficina. openSUSE 11.2 tiene tal vez algún detalle o dos que podrían mejorarse, pero no se trata de nada que pueda considerarse fatal, y que nos obligue a ignorar a la distro. Para aquellos que ya están utilizando openSUSE, sin lugar a dudas se trata de una muy buena actualización. Puede que algunos novatos se sientan un poco incómodos a la hora de probar una distro "no-Ubuntu", pero en general no tienen nada que temer. openSUSE se deja usar y mucho, algo sobre lo que algunas distros todavía deben trabajar duro para lograr.

Escrito por Lisandro Pardo

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