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Análisis – Supreme Commander 2

Parecía difícil que puedan mejorar lo hecho en el primer juego y, puede que a primera vista no parezca que lo hayan logrado, pero estamos en desacuerdo. Supreme Commander 2 ofrece una jugabilidad más simple y rápida, y unos gráficos inferiores a su predecesor, pero la emocionante y flexible acción estratégica sigue intacta. Si a eso le sumamos un modo multijugador muy funcional, SupCom 2 es un gran negocio.

Si recuerdas el Supreme Commander original, que fue lanzado en 2007, es posible que te haya gustado, porque recibió muy buenas críticas. En una época donde los juegos de estrategia estaban comenzando a desaparecer, SubCom logró mantenerse fiel a la fórmula y, a la vez, innovar en aspectos donde el género no había cambiado hacía años. Es por eso que esta secuela tiene que aguantar mucha expectativa, pero también es esperado con los brazos abiertos por muchos fanáticos.

La clave en Supreme Commander 2 es que tiene diferencias muy importantes, pero no cambia la experiencia general. Es decir que sigue siendo el viejo y querido SupCom. El cambio más notorio a primera vista es que han cambiado la fidelidad gráfica por un rendimiento más veloz y fluido. Es posible que no te guste que la secuela se vea peor que el original, pero cuando veas lo rápido que se mueve, hasta cuando el ordenador no es el más nuevo, es algo que terminarás agradeciendo. Además, lo que no tiene en gráficos, lo tiene en el diseño de artístico, con escenarios muchas imaginativos e interesantes.

Ahora bien, en cuanto al juego en sí, ofrece una campaña principal más que interesante con 18 misiones divididas entre seis facciones. Y hace un excelente trabajo en presentarte las distintas unidades de a poco sin dar la sensación de que te está tomando de la mano a cada paso que das. Sobre todo al final, donde no ofrece ninguna ayuda y, aún así, el desafío parece exactamente el justo para disfrutar lo gratificante de la victoria merecida. Además, como siempre, las facciones (aunque no completamente diferentes) tienen estilos distintos de juego que te permiten elegir cómo quieres ejecutar las misiones.

Pero a pesar de las diferencias, todos extraen recursos de maneras muy similares. Al atrapar masa de nodos predeterminados, luego se construyen generadores para producir energía. Y en este aspecto es donde se encuentra uno de los mayores cambios. En el título original, no había límites para construir. En caso de que no tuvieras la energía necesaria, quedaba en la lista hasta extraer los recursos necesarios. En SupCom 2, solo puedes utilizar la energía que tienes a disposición. Seguramente esto decepcionará a más de uno, pero de alguna manera, disminuye levemente la velocidad del juego, lo que no está mal. Otro cambio importante es la manera que mejoras tus unidades, ahora se hace mediante puntos que acumulas a medida que construyes centros de investigación. Todo esto se hizo para que la experiencia sea más fácil de entender para los nuevos jugadores, pero lo bueno, es que la expansión de unidades sigue siendo tan profunda como lo era originalmente. 

Además, estos cambios te obligan a pensar mucho más en la estrategia, más que pasarte la mayor parte del tiempo intentado acelerar la producción. Y de eso siempre se trató la serie, de poder jugar exactamente cómo quieras y poder salir vencedor sin importar cómo te aproximes. Ya sea construir y atacar luego o ser ofensivo cuando menos se tiene, por aire, tierra o agua, esta secuela ofrece la misma flexibilidad estratégica que hizo al original tan querido entre los fanáticos. Es cierto, muchos sistemas han sido simplificados, pero no le juegan en contra.

Otro punto a favor es que nunca tardas mucho hasta que se ponga divertido. Entre que la acción siempre es constante y las unidades evolucionan rápido, siempre hay algo que hacer. Y todo esto se trasmite al modo mutlijugador de manera maravillosa. Porque hasta la inteligencia artificial puede llegar a ser predecible llegando al final de la campaña. Si a todo esto le sumamos un sistema que te permite entrar a partidas de una manera muy rápida y crearlas sin limitaciones, jugar en línea es una verdadera brisa. 

Tal vez algunos veteranos sientan que simplificaron demasiadas cosas, pero no teman que todo eso que hacía grandioso al primero sigue intacto. La acción es constante y emocionante, las unidades evolucionan profunda y rápidamente. Nos podríamos quejar de que los gráficos no son muy buenos, pero hace que el juego sea mucho más fluido. Esta secuela es más que digna y hastsa nos animaríamos a decir que es un paso adelante. Actualmente puedes conseguir Supreme Commander 2 en Steam por €33,20.

Puntuación: 82%

Conclusión: Más allá de las pequeñas modificaciones, sigue siendo el clásico Supreme Commander y eso es bueno.

Escrito por Tomás Garcia

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