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Baterías transparentes que almacenan energía solar

Tipos de baterías hay muchos. Quizás demasiados. Pero todas necesitan repostar su carga a través de un cargador adecuado. Sin embargo, esta “dependencia” podría llegar a su fin gracias un nuevo tipo de batería transparente capaz de recargarse directamente a partir de la luz solar. El dispositivo ha sido presentado por los investigadores de las españolas universidades  de Córdoba y de Málaga, quienes aseguran que su invento podrá funcionar “adherido” a superficies translúcidas como ventanas o parabrisas, convirtiéndolas en generadores y almacenes de energía.

¿Alguien lleva la cuenta del número de innovaciones que se han presentado en el mundo de las baterías? En la última década, seguramente alentados por el auge de los dispositivos móviles -consumidores todos ellos de estos componentes- los fabricantes e investigadores relacionados con el mercado de las baterías han presentado trabajos que prometen cambiar el futuro: desde baterías basadas en orina hasta otras que son delgadas como un papel. La mayor parte de esos proyectos no son otra cosa que curiosidades de laboratorio, con rendimientos muy bajos o dificultades constructivas lo suficientemente importantes como para que su desembarco en el mundo real se postergue indefinidamente. Pero hay otros, como el presentado por un grupo de trabajo formado por investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) y la Universidad de Málaga (UMA), que tienen posibilidades de convertirse en dispositivos comerciales.

Lo novedoso del sistema presentado por los españoles es que utiliza una tecnología tal que permite combinar las células fotovoltaicas -encargadas de recoger la energía solar y transformarla en electricidad- con la batería, el dispositivo encargado de almacenarla. Desde el punto de vista constructivo, son celdas recargables de ión de litio, pero transparentes. Esto hace que sea posible adosarlas a un dispositivo fotovoltaico capaz de recargarlas. El profesor Luis Sánchez Granados, responsable del proyecto, explica que “lo novedoso de este sistema es que podría combinar las células fotovoltaicas con el almacenamiento de la energía en unas baterías recargables, cuya energía se podría utilizar posteriormente a través de un circuito eléctrico“, a la vez que se podrían colocar en cualquier sitio donde sea posible introducir un módulo transparente como las ventanas, cristales de un automóvil o la cristalera de los invernaderos, sin obstruir la vista a través de ellos. En esa posición, las nuevas baterías podrían almacenar la energía solar disponible durante el día para -por ejemplo- iluminar un edificio durante la noche.

Pero el factor determinante que seguramente hará de estas baterías un producto comercial es que, según explica Sánchez Granados, “los materiales utilizados y su metodología permiten fabricarlas de manera industrial, lo que abarataría los costes de producción para utilizarlos en grandes superficies de construcción“, algo indispensable para que su costo sea razonable. Sánchez Granados agrega que “su transparencia a la luz solar, que permite la visión a través de ellos, unido al hecho de que puede ser fabricada directamente sobre soportes transparentes (vidrios o polímeros) hace que pueda ser integrada en superficies acristaladas de edificios y combinada con células solares para ser utilizada en sistemas de ahorro y suficiencia energética en edificios, incluida la iluminación; o incluso llegar a desarrollar un sistema que oscurezca gradualmente las ventanas utilizando solamente la energía almacenada en estas baterías“, convirtiendo el sueño de las casas o edificios eléctricamente autosuficientes en realidad.

El dispositivo ha sido debidamente patentando, y ha trascendido  que varias empresas del sector de la construcción y la electrónica se han interesado por él y en su posible comercialización. Sin dudas, una muy buena noticia para comenzar la semana.

Escrito por Ariel Palazzesi

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