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Baterías ultra-delgadas que se imprimen

En un  mundo superpoblado de gadgets móviles, la tecnología aplicada a la fabricación de las baterías que proporcionan la energía a esos dispositivos se encuentra en constante evolución. Los usuarios reclaman baterías más baratas, eficientes, livianas y delgadas. Con ese objetivo en mente, los ingenieros del Fraunhofer Research Institution de Alemania han desarrollado una nueva clase de baterías delgadas que se fabrican mediante un sistema de impresión.

Las baterías siguen siendo uno de los componentes que más dolores de cabeza dan a los diseñadores de dispositivos móviles. A pesar de que la miniaturización de los componentes electrónicos nos brinda la posibilidad de crear cosas realmente pequeñas, a la hora de proporcionarles la energía indispensable para funcionar, hay que echar mano a las clásicas baterías que hacen “engordar” cualquier diseño. Además, su capacidad de entregar energía no parece crecer a la par de la demanda de los nuevos equipos electrónicos, cuyas grandes y brillantes pantallas suelen ser voraces consumidores de electricidad. Para romper el karma que dicta “a mayor autonomía, mayor tamaño”, los científicos alemanes del Fraunhofer Research Institution for Electronic Nano Systems (ENAS), dirigidos por el profesor Reinhard Baumann, están poniendo a punto un nuevo modelo ultra delgado.

Las nuevas baterías tendrán un grosor inferior a un milímetro, y su peso difícilmente superará un gramo. Pero lo mas interesante de esta tecnología es que permite la fabricación mediante un proceso muy similar al utilizado para imprimir -por ejemplo- una camiseta estampada. En efecto, los muchachos del ENAS han logrado un sistema de fabricación que les permite “depositar” las baterías directamente sobre la superficie donde se las necesita. Los prototipos producen una tensión de 1.5 voltios, pero pueden -como cualquier batería- conectarse en serie para conseguir hasta 6 voltios sin que su grosor se incremente demasiado.

Estas baterías delgadas tienen, por ahora, una desventaja: su cátodo y ánodo -los “polos” negativo y positivo- se destruyen lentamente mientras que generan la energía, por lo que aceptan un número de ciclos de carga/descarga bastante limitado. A pesar de todo, el invento sigue representando un gran avance que posee el potencial de alimentar a una buena cantidad de dispositivos. Sus creadores creen que estarán listos para producirlas en forma masiva y comercial antes de fin de año, por lo que estas navidades, algunos de los gadgets que encontremos en nuestro arbolito podrían funcionar con estas baterías impresas.

Escrito por Ariel Palazzesi

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