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Bill Gates le tenía miedo a Linux

"Nuestro más importante competidor entre los sistemas operativos es Linux". La frase pertenece nada más, ni nada menos, que a Bill Gates, y ha sido tomada de un email que envió en 2001 a varios de sus colaboradores. En el texto del correo puede leerse como Gates llama a una “Yihad” contra el software libre y se muestra preocupado por el avance del sistema operativo del pingüino en todo el mundo. ¿Que pensará hoy, que Windows ha sido reemplazado por Ubuntu en una gran cantidad de ordenadores?

Posiblemente nunca antes se haya publicado en la Web un memo de Bill Gates que fuese tan explícito. Durante algunos de los varios juicios que Microsoft ha afrontado debido sus prácticas monopólicas, se han solicitado (y presentado) como pruebas cientos de correos y memorándums internos de la empresa de Redmond, algunos de los cuales contienen pasajes que son -como mínimo-  muy curiosos. En enero del 2001, un preocupado Gates enviaba un memo a sus colaboradores cercanos Brian Valentine, Paul Flessner, Mike Nash, Will Poole, Yuval Neeman y Dan Neault, en el que llamaba a una “Yihad” contra el software libre, atemorizado por el avance de la modalidad open source (código abierto) en el mercado del software mundial.

El texto completo (en inglés) del memo, que no tiene desperdicio, puede leerse aquí. Entre sus párrafos queda de manifiesto el temor que Gates tenía al ver cómo muchos desarrolladores abandonaban Windows por otras de código abierto.

Nuestra fortaleza proviene de la singularidad y la popularidad de la plataforma. No podemos permitirnos la superposición de múltiples mensajes, especialmente cuando los desarrolladores se están moviendo a Linux y Java.

Este fantasma del software libre y gratuito, en realidad, se agita frente a los ojos de Bill desde sus comienzos. En 1976, en medio de un ataque de pánico al ver cómo los productos de la recién nacida Microsoft eran pirateados alegre e impunemente, les mandó una celebre carta a los miembros del Homebrew Computer Club. En ella les solicitaba que dejasen de compartir el software, porque de esa forma se iba a perjudicar la industria. “Como la mayoría de los aficionados a este hobby de la informática saben, casi todo el mundo está robando el software. El hardware hay que pagarlo. Pero el software es algo diferente. ¿A quién le importa si a la gente que trabajó en él le pagan algo? ¿Es esto justo? (…) Dicho claramente, lo que estáis haciendo es robar.”, escribía un jovencísimo Gates. De más está decir que el éxito de la misiva fue bastante escaso.

A lo largo del documento escrito en 2001 se nota la preocupación de Gates por la participación de Novell en el proyecto Mono (un framework alternativo que permite correr programas creados bajo .NET/Windows en Linux). En este hecho, el multimillonario ve un intento por empujar a los desarrolladores de Windows, dotNET y Visual Studio hacia plataformas de software libre. “Es crítica una Yihad continua”, dice Bill.  El término “Yihad”, que se refiere a dar batalla hasta el final, es utilizado con frecuencia por Bill Gates.

Nuestro competidor más potente en el terreno de  los sistemas operativos es Linux y los fenómenos relacionados con el Open Source y el software libre. El mismo fenómeno impulsa a todos los competidores de nuestros productos. La facilidad de captación de Linux para aprender o para modificar alguna parte de sí mismo es muy atractiva. La comunidad académica, las empresas jóvenes, los gobiernos extranjeros y muchos grupos más están poniendo sus mejores trabajos en Linux.

Al leer esto, uno puede imaginar la acidez de estomago que debe producir una distribución simple de instalar y usar como Ubuntu en alguien que, en el año 2001, escribía frases como “necesitamos más ideas creativas para permitir a Windows imitar la naturaleza viral de Linux” o “Windows tiene que ser mucho más fácil que los sistemas Linux”. Esta claro que Microsoft buscaba evitar a toda costa que GNU/Linux se convirtiese en un objeto de consumo masivo. La filosofía del software libre es incompatible con el modelo de negocios impulsado por Gates, y la lenta pero firme penetración que Linux mostraba en el mercado de los sistemas operativos lo convertía en un potencial riesgo para el software propietario.

Los casi ocho años que nos separan de este texto han demostrado que Gates tenia razón. El software libre tiene el potencial de erosionar parte del mercado que ostenta Microsoft. A pesar de que Windows  continúa siendo el SO más utilizado de la actualidad, cada día más gente prueba alternativas libres. Linux se ha convertido en un producto atractivo, completo, gratis y -sobre todo- liviano, características que le están haciendo un hueco en todos los nichos que Bill predijo.

Escrito por Ariel Palazzesi

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