Menu
in

¿Cómo se verían los cohetes si fueran transparentes?

Cuatro ejemplos fabulosos, procesados en tiempo real

Cohetes transparentes

Admirables en sus éxitos, y espectaculares con sus fallos. Los cohetes llevan en sus entrañas todos nuestros sueños y proyectos de exploración espacial, pero el público en general no termina de visualizar la extrema complejidad de sus diseños, a un punto tal que operan con márgenes de error casi inexistentes. Uno de los aspectos más fascinantes es el consumo de combustible, la cantidad neta requerida, y su distribución interna. Un vídeo publicado por Hazegrayart en YouTube nos ayuda a conocer esos detalles más de cerca, con un toque de transparencia en cuatro famosos vehículos…


El escritor de ciencia ficción Robert Heinlein dijo alguna vez que si puedes colocar tu nave en órbita, estás a mitad de camino a cualquier parte. Sin embargo, con el paso de las décadas hemos comprobado que no es tan sencillo llegar a la órbita terrestre. Sólo en 2020 se registraron más de media docena de fallos de alto perfil, combinando problemas técnicos y humanos.

Por ese motivo es que cada cohete necesita ser una obra maestra de ingeniería: Los errores se pagan caro, y suelen tener un perfil explosivo. ¿Pero qué sucede en su interior? ¿Cómo se interconectan sus sistemas? ¿Qué pasa con el combustible? El vídeo publicado por Hazegrayart en YouTube se enfoca en la tercera pregunta de un modo muy especial: Con cohetes transparentes.


«Cohetes transparentes»


El vídeo nos enseña en tiempo real los lanzamientos de cuatro vehículos muy conocidos: El Saturn V (columna vertebral del programa Apollo), el Transbordador Espacial, el Falcon Heavy que volverá a la acción en los últimos días de febrero, y el muy demorado SLS, con su primer vuelo programado para noviembre de este año.

¿Qué sucede exactamente con los colores del combustible? En rojo observamos RP-1, una forma refinada de queroseno que comparte ciertas similitudes con el combustible de avión. El RP-1 es muy utilizado en las «primeras fases» de muchos cohetes, y su desarrollo se remonta a mediados de los años ’50. En azul vemos al oxígeno líquido, LOX, el comburente más popular, que además sirvió como combustible en los primeros diseños líquidos. Finalmente, en color naranja vemos al hidrógeno líquido, LH2.



El vídeo también revela la separación de cada una de las fases, y un detalle fundamental de todos estos diseños: Una parte significativa de los vehículos jamás abandona la atmósfera por completo. Por supuesto, el concepto de reutilización permite reducir notablemente los costos, pero al final, ese es el gran desafío: Llegar al espacio de forma más eficiente y segura.


Escrito por Lisandro Pardo

Leave a Reply