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Discos duros con “cinco veces” más espacio

Si tenemos en cuenta la información asociada a la llamada “Ley de Kryder” (el equivalente a la Ley de Moore para medios magnéticos), las proyecciones hablan de discos duros con una capacidad de 14 terabytes para el año 2020. La terrible inundación en Tailandia y el avance de los SSD ha afectado al mercado de los discos duros, sin embargo, ya hay opciones que se ubican entre los tres y los cuatro terabytes. Si eso te parece poco, entonces necesitas saber que un reciente desarrollo proveniente de químicos e ingenieros estacionados en la Universidad de Texas, tiene el potencial para aumentar en cinco veces la capacidad de los discos duros.

No se trata de ninguna ciencia: La permanencia de una tecnología en el mercado y la adopción de otra nueva tiene al costo como una de sus referencias elementales. La relación entre los discos duros convencionales y las unidades de estado sólido forman un excelente ejemplo. El drástico aumento en los precios de los discos duros y la baja en los SSD modificó rápidamente la tendencia de los consumidores. La demanda de discos duros sigue firme, pero el usuario final ahora lo piensa un par de veces antes de decidir. No son pocos los que creen que el disco duro es un dispositivo “estancado”. Uno de los avances más notables en los discos duros fue el de la grabación perpendicular, cuya prueba de concepto se desarrolló en 1976, pero que se volvió comercialmente viable 29 años después. Los discos duros no pueden hacer mucho más para competir en rendimiento, por lo tanto, la clave está en incrementar aún más su capacidad.

Así es como nos encontramos con este desarrollo proveniente de la Universidad de Texas. En términos (muy) sencillos, cada cero y cada uno almacenado está representado por un punto magnético sobre la superficie del disco. Los niveles actuales de densidad permiten colocar a estos puntos muy cerca entre sí, pero si llegaran a estar “demasiado cerca”, su estado cambiaría, lo cual equivale a corrupción de datos. El valor actual es cercano a un terabit por pulgada cuadrada, sin embargo, el nuevo desarrollo podría multiplicar por cinco la capacidad. El proceso está basado en la utilización de copolímeros que pueden “auto-ensamblarse” rápidamente en puntos muy compactos, los cuales quedan aislados entre sí gracias a la aplicación de una capa especial (cuya composición no ha trascendido). Con este proceso a su favor, un fabricante sólo tiene que preparar el sustrato metálico con un patrón específico para que estos puntos sean útiles en el desarrollo de nuevos discos duros.

El equipo de la Universidad de Texas ha estado trabajando con la gente de Hitachi GST (ahora bajo el mando de Western Digital) para adaptar esta tecnología a nuevos productos. A esto se le suman otros conceptos, como por ejemplo la aplicación de helio en el interior de los discos duros. Un aumento tan drástico en la capacidad de los discos duros no sólo lograría responder a las demandas de almacenamiento que existen en estos días, sino que también debería tener un impacto considerable en el precio de cada unidad. Discos duros más grandes y más baratos. ¿Quién puede rechazar algo así?

Escrito por Lisandro Pardo

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