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Divertor: Pieza clave de la fusión terminada

En Finlandia han terminado por fin la fabricación de una estructura clave para el éxito del reactor de fusión ITER. Este proyecto europeo pretende alzarse con los honores de ser los primeros en conseguir una planta que genere energía rentable mediante el mismo proceso que alimenta las estrellas. Para ello necesitaban terminar una pieza de ingeniería sublime que resulta fundamental para poder mantener el proceso de fusión.

Existen dos proyectos que captan toda la atención mediática fuera de los exclusivos entornos científicos: El LHC y el ITER. Ambos representan una línea de investigación que promete ser la panacea, el culmen de la capacidad tecnológica y científica que poseemos hoy día. El colisionador de hadrones levanta pasiones, aparte de por ser una estructura gigantesca nunca vista, también por los peligros que según algunos conlleva. No se trata de radiaciones o pequeñas explosiones. Lo que pretenden afirmar sus detractores se refiere a la posibilidad de crear agujeros negros que nos traguen sin darnos tiempo ni a parpadear. Aparte del terror atávico que le podamos tener a lo desconocido, el LHC levanta tantas expectativas porque sugiere unos resultados tan importantes para la ciencia como jamás antes se había imaginado.

Sin embargo, no es, ni de lejos, tan práctico como lo que promete el ITER, el reactor de fusión que está diseñando Europa y que pretende obtener energía barata, limpia y virtualmente inagotable mediante procesos extremos como los que ocurren en nuestro sol. Este canto de sirenas viene sonando desde hace tantos años que ya hemos olvidado su estribillo pero cuando ya casi ni recordábamos su nombre, aparece con ánimos renovados. Digamos que han terminado el "pulmón" del reactor, aquél que va a hacer posible que se lleve a cabo una reacción de fusión eficiente y sin problemas. Y para probar la manera de manipular ese pulmón sin quemarnos con la brasa del cigarrillo ITER se ha diseñado toda una plataforma robótica sobre la que se podrá experimentar el invento.

Datos del DTP2

Nombre completo: Divertor Test Platform for ITER (DTP2)
Fabricación: Centro Técnico de Investigaciones de Finlandia, en Tampere.
Definición: Plataforma robótica que deberá soportar temperaturas desconocidas y ser manejado a distancia. Es el único componente móvil del ITER.
Función: Retirar las impurezas del plasma para que la reacción de fusión pueda darse y mantenerse.
Material del divertor: Mezclas de Carburos de Cobre, Cromo, Zirconio y Tungsteno.
Funcionamiento: Se situará bajo el reactor de fusión cambiando unas cajas de tungsteno donde caen las impurezas de la fusión nuclear. Tendrá que ir retirando una a una las 52 cajas de 9 toneladas, situadas sobre unas costillas que se asemejan a las cuadernas de un barco, y que como ellas están en la quilla del reactor. Lo hará muy lentamente: una vez cada 2 o 3 años. Y las retirará a otro edificio para que vayan perdiendo el calor con el que saldrán por estar cerca del plasma.
Longitud: 20 metros.
Peso: 650 toneladas.
Curiosidad: Es la única pieza en contacto con el plasma, que puede alcanzar temperaturas de 100 millones de grados.
Precio:7 millones de euros.

La plataforma ha sido construida por una empresa de Luxemburgo, otra de Finlandia y 2 empresas españolas: Telstar y Procon. La primera se encarga de la parte física del monstruo, hecha en aluminio y acero, preparada para trabajar en el vacío y con una precisión de apenas 1 mm en la colocación de las cajas de tungsteno. Su diseño vale 1 millón de euros. La segunda resulta más modesta, encargándose de la parte del control de la plataforma, con sus enormes armarios eléctricos para el control del hardware y cuesta 200 mil euros. La empresa ya tiene puestos los ojos en otro proyecto estrella relacionado con un acelerador de partículas en Barcelona.

Aunque da la sensación de que la puesta en marcha del ITER es inminente, no hay nada más lejos de la realidad. Se prevé que el primer plasma que circulará por los toroides del reactor europeo no llegará antes del 2018. Y que la obtención de energía realmente limpia y barata se alargará allá por la década de los 40 (¿de qué siglo? ahh…) El reactor se instalará en Cadarache, al sur de Francia. Este proyecto le ha costado a Europa unos 10.000 millones de euros pero se estima que el presupuesto puede doblarse perfectamente hasta que se inicie la primera carga del reactor. Esto es como las obras: se sabe cuándo se empiezan, pero nunca cuándo terminan.

La sede del ITER se la llevaron los franceses pero ya que España no alcanzó ese logro, la Unión Europea le concedió la sede de la agencia comunitaria que se instalaría en Barcelona. El director se llama Didier Gambier y aunque ahora mismo pueblan sus oficinas un total de 150 personas, se espera que en el momento clave del arranque del ITER se encuentren al menos 350 profesionales entre sus filas. Su presupuesto es de 400 millones anuales y pero se reforzará en otros 100 más en los siguientes años. Serán los encargados de preparar los concursos, encargar los componentes y llevar el peso de la obra civil y el montaje final en Cadarache hasta que arranque el reactor en 2018, aunque hasta que paguemos la factura nos podemos alargar hasta el 2040.

Total, que como nos despistemos con el tabaco, el alcohol y las grasas, no llegaremos a verlo funcionar.

Escrito por imported_Kir

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