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Dudan de los universos previos al actual

Hace unas semanas el conocido físico Roger Penrose conmocionó a la comunidad científica al afirmar que los anillos concéntricos con temperaturas uniformes detectados en el fondo cósmico de microondas evidenciaban la existencia de universos previos al nuestro. Ahora, algunos colegas del británico creen que “los resultados obtenidos por Gurzadyan y Penrose no aportan ninguna prueba” que permita afirmar semejante cosa. ¿Quien tiene razón?

El método científico, que tan buenos resultados ha dado para comprender el funcionamiento del universo, suele ocasionar algunas situaciones “incomodas” entre los especialistas. Por su propia naturaleza, este sistema de trabajo obliga proponer hipótesis basándose en hechos y observaciones, que luego pueden o no ser corroboradas por la comunidad científica. Hace unas semanas, Roger Penrose -un prestigioso físico británico de la Universidad de Oxford– junto a su colega Vahe Gurzadyan -del Yerevan Physics Institute (Armenia)- propusieron la existencia de universos anteriores al nuestro como una forma de explicar una serie de anillos concéntricos detectados en la temperatura del fondo cósmico de microondas. Este “fondo”,  que no es otra cosa que la a radiación remanente del Big Bang, fue fotografiado en detalle por el satélite Wilkinson Microwave Anisotropy Probe de la NASA (WMAP), y se descubrieron algunas anomalías que -en principio- no deberían estar allí.

Si el Big Bang hubiese sido como afirma el modelo cosmológico estándar, este fondo debería presentar una gran homogeneidad. Pero las imágenes tomadas por el WMAP muestran una cantidad de círculos concéntricos en los que la temperatura difiere del resto del fondo. Para Penrose y Gurzadyan, estos anillos podrían ser los restos de enormes colisiones cósmicas de agujeros negros que tuvieron lugar en un universo que existió antes del nuestro. Cuando ese universo “implosionó”, antes del último Big Bang, contenía agujeros negros enormemente masivos que introdujeron anomalias en lo que, de otra manera y siempre según lo postulado por Penrose y su colega- debería haber sido una explosión “limpia”. Sin embargo, estas irregularidades podrían tener una explicación bastante menos espectacular, que no obligaría a reemplazar el modelo cosmológico generalmente aceptado. La mayoría de los físicos coinciden en que Universo (y el tiempo mismo) tuvo su origen en una gran explosión ocurrida hace 13.7 mil millones años. Una fracción de segundo después del Big Bang, el universo pasó por un breve período de expansión muy rápida, conocido como inflación. La última teoría presentada por Penrose discutía todo esto.

Pero los dichos del físico están siendo desafiados por tres trabajos independientes, todos publicados en las ultimas horas. Entre los autores de esos escritos se encuentran científicos de la talla de Ingunn Wehus y Hans Kristian Eriksen (Universidad de Oslo), Adam Moss, Douglas Scott y James Zibin (Universidad de Columbia Británica en Vancouver, Canadá), y Amir Hajian (Instituto Canadiense de Astrofísica Teórica en Toronto, Ontario). Estos especialistas no tienen el renombre de Penrose, pero son lo suficientemente reconocidos por sus colegas como para que sus opiniones sean muy consideradas. Básicamente, lo que han encontrado estos físicos es que la existencia de los ya famosos círculos en realidad no entra en conflicto con las teorías actuales, y que “el trabajo de Gurzadyan y Penrose no aportan ninguna prueba del modelo cíclico del universo de Penrose sobre la inflación estándar". A todo esto, Gurzadyan desestima el análisis de estos tres grupos argumentando su modelo, diferente, encajar con los datos mucho mejor que el modelo generalmente aceptado. ¿Quien tiene razón? Esa es la pregunta del millón. Seguramente habrá que esperar algunos meses hasta que se consigan pruebas en uno u otro sentido. Lo único seguro es que esta polémica recién empieza,y que la discusión promete ser memorable.

Escrito por Ariel Palazzesi

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