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El coche fantástico: Coches parlantes

Un científico de la universidad de Stanford está investigando la vialidad de coches que hablen, escuchen, piensen y respondan. Tal cual KITT, el coche fantástico. ¿Ayudaría en algo a los conductores o solo serviría para enviarnos SPAM de abordo?

Clifford Nass, un científico de la universidad de Stanford, está investigando el uso que se le puede dar a un coche que no solo hable, sino que conteste, piense y pueda sostener conversaciones personales con el conductor. Sí, un émulo de KITT, el coche fantástico.

"Si lo piensas, tu coche puede saber mucho sobre ti.", dijo Nass en una entrevista. "Puede saber dónde vas, y cuándo. Puede saber tus preferencias en música, en noticias, en deportes, tus hábitos alimenticios y tus preferencias de compra." Además, con una cámara interna, se podría saber el estilo de ropa que usa el conductor, sus emociones al leer la cara, etc. Ahora, claro, hay que encontrarle una utilidad a toda esta información. Lo primero que salta como lógico es que esa data sería importantísima para las empresas que, según Nass, pagarían millones por tenerla.

"Desde el punto de vista de las publicidades, el conductor sería una audiencia cautiva.", dijo Nass. "Tu tienes la habilidad de saber dónde está esa persona, así que podrías tener publicidades específicas de la ubicación. El coche puede decir ‘Es mediodía. Se que te gusta la comida italiana y hay un restaurante italiano cerca, si vas ahora recibes un descuento de 3 euros.’"

Pero no todo puede ser marketing en esta vida, y este tipo de coche fantástico también podría servir para alertar a los conductores, de forma amigable y personal, de los riesgos de ir muy rápido, o manejar ebrio. Nos podría alertar sobre la posición de otros coches o avisarnos antes de que atropellemos a un peatón. Lamentablemente, en pruebas en el laboratorio, la cosa no sirvió de mucho. Nass explicó que a la gente le enfurecía que uno maldito coche le dijera qué hacer, y comenzaba a conducir peor. Incluso al punto de accidentarse.

O sea, con los adelantos de la inteligencia artificial y con un ordenador de abordo, un coche como KITT podría ser posible. Pero, ¿realmente queremos a "alguien" que nos moleste mientras conducimos? Nass opina que sí, pero todavía está investigando el asunto.

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