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El fenómeno Susan Boyle y I Dreamed a Dream

El sábado 11, durante el programa inglés Britain Got Talent, Susan Boyle de 47 años subió al escenario con una apariencia muy descuidada. Todos los presentes creían que iban a oír la peor presentación de la historia, sin embargo, Susan sorprendió a todos entonando a la perfección I Dreamed a Dream. Al otro día ese vídeo ya estaba en YouTube y hasta hoy tiene más de 100 millones de visitas, convirtiéndose en el vídeo viral más exitoso de la historia de Internet.

Podremos estar viviendo en una era de asombrosos descubrimientos e increíbles inventos, sin embargo, no todos los ámbitos de esta era andan tan bien. Desde hace mucho tiempo la televisión y el cine nos venden una imagen de la persona exitosa perfecta, que no es real sino una mera ilusión. Diariamente los medios nos intentan convencer de que todas las personas exitosas o habilidosas tienen un cuerpo y rostro perfectos, sin embargo, la realidad esta muy lejos de eso.

Esa idea de la persona exitosa perfecta quedó hecha trizas hace unas semanas cuando Susan Boyle, de 47 años, subió al escenario de Britain Got Talent con todos sus pelos al vuelo y una apariencia que claramente no le jugaba a favor. A medida que interactuaba con los jueces se podían escuchar las risas de los espectadores, saboreando el ridículo que seguramente estaban por presenciar. Una vez que se presentó y declaró que entonaría I Dreamed a Dream (de la obra Les Misérables), la escocesa se dispuso a cantar.

Exactamente cuando todo el público se disponía a reír a carcajadas, se sorprendieron al oír que de sus propias bocas salía un grito de sorpresa y no la risa despectiva que esperaban. Mientras tanto, sobre el escenario, Susan Boyle entonaba las notas más dulces que los espectadores y jueces habían escuchado en toda la noche. Lo que siguió fue prácticamente una ovación desde el comienzo de la canción hasta el final, donde todos aplaudieron en reconocimiento hacia una persona que tenía todas las de perder y salió triunfando.

Ahora bien, todo esto es un logro de por sí, pero como si no fuese suficiente, el vídeo oficial colgado en YouTube, hoy tiene más de 100 millones de visitas y se ha convertido en el vídeo viral más visto en la historia de Internet. Mientras que hoy vídeos como el del periodista iraquí lanzándole un zapato a Bush o la actriz y guionista, Tina Fey, haciendo una sátira de la Gobernadora Sarah Palin, tienen 30 millones de visitas, el de Susan Boyle, en solo dos  semanas sobrepasó a ambos vídeos.

Con todo esto, Susan Boyle se convirtió en una sensación de la noche a la mañana. Claramente uno pensaría que hoy la señora debe estar ganando un buen porcentaje de todas esas millones de visitas. Sin embargo, la realidad muestra que no solo ella no hizo ni un centavo por dicho éxito, sino que ni YouTube, ni ITV (compañía dueña de los derechos del show) han tenido ganancia.

Según declararon ambas partes, no se ha hecho ninguna ganancia porque ni YouTube ni ITV han llegado a un acuerdo sobre el formato de la publicidad. Un integrante de ITV dijo: “No queremos formar parte de los términos y condiciones de YouTube, porque contenido como el de Susan Boyle es único. Creo que ambos lados están siendo testarudos y muy comerciales al respecto.

Pero lo trágico de esta historia no es que empresas multimillonarias como YouTube no están cobrando por su contenido, sino que una persona como Susan Boyle, que peleó toda su vida por tener una oportunidad, no está cobrando el dinero que le corresponde por volarle el peluquín a medio mundo.

En definitiva, este hecho muestra dos lados de Internet. Por un lado, demuestra todo lo que ha avanzado como medio. El hecho de que tenga más de 100 millones de visitas muestra el poder de Internet como medio para unir a las personas y lo bien que lo hace. Pero también se ve otro lado de Intenet, ese que demuestra que las regalías y ganancias aún tienen como filtro a las grandes empresas, que siempre hacen lo posible por quedarse con la porción más grande del pastel.

Escrito por Tomás Garcia

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