Menu
in

Holodeck 0.1: hologramas durables y reescribibles

Científicos de la universidad de Arizona han logrado crear hologramas tridimensionales que pueden ser borrados y reescritos en cuestión de minutos.

Todos conocemos los hologramas, sean de bolsillo, en afiches de película o tarjetas de crédito. El problema es que todos ellos son inmutables y duran poco tiempo. El nuevo desarrollo holográfico permite mostrar imágenes nuevas cada pocos minutos, por más tiempo y a mayor escala.

El Holodeck consiste de una filmina plástica sensible a la luz (llamada polímero foto refractivo) ubicada entre dos trozos de vidrio recubierto con con un electrodo transparente. Las imágenes son escritas en la filmina utilizando rayos láser y un campo eléctrico externo. Los científicos toman fotografías de un objeto de varias perspectivas bidimensionales y el despliegue holográfico monta las perspectivas bidimensionales en una imagen tridimensional.

Cuando un polímero fotoretractivo es expuesto a un patrón de áreas oscuras y claras, los electrones se liberan de las áreas expuestas a luz intensa y migran a las áreas más oscuras. Una vez en su lugar, las áreas ricas en electrones difractan la luz de forma diferente a las áreas con pocos electrones, permitiendo que el patrón de interferencia original se reproduzca cuando el material se expone a la luz. Este proceso normalmente es lento y los electrones gradualmente retornan a sus puntos iniciales, borrando la imagen. El nuevo material utilizado, en cambio, logra que los datos escritos en medio segundo puedan persistir por unas 3 horas con un campo eléctrico de 4 kilovolts.

"Las técnicas tridimensionales se usan comúnmente en la medicina, como en el caso de las resonancias magnéticas y tomografías computadas. Sin embargo, grandes cantidades de datos creados en tres dimensiones se siguen mostrando en dispositivos bidimensionales, sea en una pantalla de ordenador o en un papel. Mucha información se pierde en estos despliegues, por lo que desarrollando hologramas 3D más grandes y a color, cualquier hospital en el mundo querría uno”, comenta el científico Savas Tay.

Escrito por editorwp_constanza

Leave a Reply