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La calculadora más retro que hayas visto

Relés, tubos Nixie, y un «¡ding!» al final

Algunos genios dan inicio a proyectos que además de ser extremadamente costosos, también demandan una cantidad de tiempo escalofriante. Sin embargo, una vez que están terminados lo único que podemos hacer es reconocer su esfuerzo una y otra vez. En el pasado hemos visto un ordenador construido con relés, y el Mega-Processor fue completado en julio de 2016, pero hoy vamos a observar la calculadora que Simon Winder finalizó en el año 2014. Inspirada en el trabajo del científico alemán Konrad Zuse, la calculadora resuelve raíces cuadradas a puro relé, tubo Nixie, y un marcador como el que usaban los viejos teléfonos de pulso.

La historia de las calculadoras es en verdad maravillosa. Todo lo que debemos hacer hoy para acceder a una es sacar el teléfono móvil de nuestro bolsillo y dejar que el software se haga cargo, pero si estudiamos las calculadoras mecánicas de antes notaremos que el nivel de precisión en su fabricación y el conocimiento de sus diseñadores eran impresionantes. Todas las piezas debían ser accesibles para su correspondiente mantenimiento, o en el peor de los casos, su reemplazo directo. Si bien teníamos tubos y los transistores ganaron tracción luego de la Segunda Guerra, sería una locura olvidar al relé, y el trabajo de pioneros como Konrad Zuse, considerado el inventor del ordenador moderno. El científico Simon Winder se sintió inspirado por Zuse y aquellas plataformas antiguas, lo que llevó a la construcción de una calculadora basada en relés.

La construcción comenzó en el año 2009 y terminó en 2014, para luego pasar por la Maker Faire de ese año en San Mateo, y por una exhibición en nada menos que Microsoft Research. La calculadora sólo puede resolver raíces cuadradas por una simple cuestión de límites en la cantidad de relés. Para crear una calculadora «completa», Winder hubiera necesitado cerca de 800 relés en promedio (el número final fue de 480, cada uno con su luz, en una configuración de 30 x 16), y como la raíz cuadrada no es un cálculo obvio en ciertas ocasiones, decidió concentrarse sobre eso.

La máquina es lenta, ruidosa, y exactamente como Winder la quería. Lo que buscaba era un diseño más humano, cálido y a nuestra escala, con ocho tubos Nixie rusos IN-16 asumiendo el rol de pantalla. El ingreso de los números se realiza a través de un viejo marcador (probablemente extraído de un teléfono rotatorio), y un botón dedicado ingresa el decimal cuando es necesario. ¿La mejor parte? La calculadora hace «¡ding!» cuando termina. Winder hizo esto en cinco años, y yo no puedo reparar la lavadora durante un fin de semana…

Escrito por Lisandro Pardo

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