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Lo mejor (y lo peor) de Auto-Tune

De la misma forma en la que modelos, políticos y artistas aparecen intactos e invulnerables ante la edad gracias a la magia del Photoshop, el hecho de que muchos cantantes generen notas perfectas no es algo de provenga de sus gargantas, sino de una pequeña maravilla tecnológica llamada Auto-Tune. Lo que comenzó siendo una tecnología utilizada en la industria petrolera, ahora es la esencia vital de muchos "supuestos" cantantes modernos. En algunos casos, el uso de Auto-Tune ha sido más que coherente, pero tampoco faltan esos verdaderos artificiales que castigan a nuestros oídos. Escuchemos un rato.

El público en general todavía no está convencido de si se trata de una de las invenciones más importantes de los últimos años, o el gran némesis destructor que terminó por acabar con la última posibilidad de escuchar cantantes que, de hecho, "canten de verdad". Tanto los autores como las discográficas son rápidos como la luz a la hora de salir a defender sus derechos, pero lo que todo consumidor debe preguntarse en estos días es si realmente están cantando, o lo que se escucha es el resultado de un post-procesamiento de audio. Auto-Tune se ha convertido en una de las herramientas principales para todo editor e ingeniero de audio que, a falta de otra expresión, debe convertir a un cavernícola musical en un potencial candidato al Grammy.

Auto-Tune es un procesador de audio lanzado por la empresa Antares Audio Technologies en el año 1997. Sin embargo, sus inicios son un poco diferentes. Un ingeniero llamado Andy Hildebrand, desarrolló lo que fue el ancestro del Auto-Tune cuando trabajaba para la petrolera Exxon. Hildebrand utilizó un proceso de correlación para enviar ondas sonoras a la tierra, y luego grabar el "reflejo" de estas ondas, revelando así zonas con un gran potencial para realizar una perforación exitosa. Este método le hizo ahorrar millones a las industrias del petróleo, y Hildebrand logró algo que la gran mayoría de las personas sólo podría soñar: Se retiró a los 40 años. Con mucho tiempo por delante, Hildebrand se encontró frente a un desafío por parte de una invitada en una cena, para que creara "algo" que la hiciera "cantar bien". Tras varios meses ajustando el proceso de correlación que había utilizado en Exxon, Hildebrand creó a Auto-Tune.

Al principio parecía una simple novedad, algo que podía "distorsionar" la voz, pero el software era mucho más que eso. Los ingenieros de audio comprendieron que podían realizar pequeñas correcciones en el tono, cada vez que un artista cometía un error. Su primera exposición al público fue con el vídeo de la canción "Believe" que Cher lanzó en 1998. Los ingenieros detrás de esta canción trataron de ocultar al principio el uso de Auto-Tune, alegando que habían recurrido a un vocoder, pero rápidamente otros artistas adoptaron el mismo "efecto robótico" presente en el vídeo de Cher. El uso del Auto-Tune decayó de forma notable en los años siguientes, hasta que el rapero americano conocido como T-Pain lo hizo regresar de las sombras, logrando varios éxitos gracias a la aplicación de Auto-Tune sobre todas sus canciones.

Desde entonces, los ingenieros de audio profesionales que trabajan principalmente con las estrellas de la música han reconocido que no hay artista pop moderno cuya voz haya pasado por Auto-Tune. Esto llevó a una polarización importante sobre su uso. Muchos artistas recurren al software porque garantiza "un buen rendimiento" y los hace trabajar de forma más relajada, mientras que otros han rechazado por completo a este tipo de alteración en el audio. Aún así, estas posturas no se han mantenido constantes. Recuerdo perfectamente cuando Christina Aguilera apareció con una remera que decía "Auto-Tune es para maricas", pero ha quedado en claro que cambió de opinión cuando salió a la venta su último álbum "Bionic" (el cual personalmente, considero espantoso).

Entre críticas y acusaciones, Internet ha hecho un evidente registro de la existencia de Auto-Tune, y los vídeos presentando parodias con audio procesado han generado millones y millones de reproducciones. Algunos de los más exitosos han sido responsabilidad de los "Hermanos Gregory", que tuvieron la original idea de aplicar Auto-Tune a algo tan cotidiano como las noticias en la televisión. Su "Bed Intruder Song" ha obtenido más de 36 millones de reproducciones en YouTube, y en total sus creaciones exceden los 87 millones de hits. Otro vídeo de los Gregory que literalmente explotó en el sitio de vídeos fue el "Double Rainbow Song", que hasta la fecha acumula más de 14 millones de hits. En Internet han aparecido parodias con gatos, perros, políticos, estrellas de cine, series de TV y otras tantas cosas que han pasado por el Auto-Tune, con resultados que sencillamente pueden calificarse como "virales" en la Web.

Mientras tanto, los "grandes" artistas de la música siguen recurriendo a Auto-Tune sin que les importen mucho las críticas, y ya no lo utilizan para simples correcciones. Algunos temas específicos tienen justificada la utilización del Auto-Tune, como por ejemplo "One More Time" de Daft Punk, pero hay casos en los que ciertos cantantes "intentan" cantar, rapear, o lo que sea, pero sólo lo logran con la asistencia de Auto-Tune. Se lo llama "el Photoshop de la voz", y el término es más que adecuado. Y todo parece que ni siquiera las presentaciones en vivo evitarán la utilización de Auto-Tune. La presencia del software ya se ha notado en algunos conciertos, mientras que un escándalo en agosto pasado en el programa británico de talentos "The X Factor" estuvo relacionado con el uso de Auto-Tune en la voz de los participantes. Auto-Tune es una pieza de ingeniería formidable, de eso no hay dudas, pero cada vez hay más razones para dudar si la estrella es Auto-Tune, o los artistas.

Escrito por Lisandro Pardo

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