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Los mil y un usos de la cinta americana

Lo que comenzó siendo una simple herramienta en tiempos de guerra, se ha convertido en uno de los elementos más versátiles y confiables al alcance de cualquier persona. La cinta americana, esa clásica cinta gris que vemos en películas y series, cuenta con una enorme popularidad alrededor del mundo, y sus usuarios, inquietos y creativos sin límite a la vista, la han aplicado en cosas que superan por mucho a su función original. En esta ocasión veremos algunos ejemplos, convencionales y disparatados, en donde la cinta americana cumple un rol más que fundamental.

Un solo trozo puede cubrir agujeros, unir piezas, reforzar una estructura, y como hemos visto en muchas veces en el cine y la TV, mantener callado a alguien, e inmovilizar brazos y piernas. Ese rollo gris que prácticamente está en toda caja de herramientas estadounidense, es una verdadera maravilla para realizar cualquier clase de improvisación que nos venga a la mente, y probablemente nos quedemos cortos al decir esto. Hablamos de la cinta americana, también conocida como cinta para ductos. Como suele suceder en muchos casos, su nombre ha sido más bien impuesto con el paso del tiempo, y no representa con exactitud el objetivo de su diseño original.

Tener uno de estos a la mano es una muy, muy buena idea

La historia indica que la primera cinta de este tipo fue creada en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, por la división Permacel que en ese entonces pertenecía a la famosa empresa Johnson & Johnson. La cinta tenía una función muy especifica: Proteger a las municiones de la humedad. Al ser resistente al agua, los soldados la denominaron “Duck Tape” (Cinta de “lona”, o de “pato”, el origen se encuentra en disputa), pero descubrieron que podían utilizarla en muchos otros casos, como por ejemplo la reparación de armas, de aviones, y una larga lista de equipo militar. Al finalizar la guerra, los Estados Unidos experimentó un alza importante en la construcción de hogares con sistemas adicionales como el aire acondicionado o la calefacción descentralizada. Para funcionar, estos sistemas se apoyaban en ductos que distribuían el calor y el frío a todas las habitaciones. La cinta militar de Johnson & Johnson se convirtió en una excelente opción para reparar y reforzar las instalaciones de los ductos, y el único cambio necesario fue abandonar el “verde militar” por un gris similar al de los ductos. Así nació la “versión civil” de la cinta.

El rover del Apolo 17 necesitó de una reparación en su guardabarro. ¿Qué usaron? Cinta americana y algunos mapas de repuesto. (Fuente: Nasaimages.org)

La cinta americana está formada por tres capas. La capa superior es de polietileno. La inferior posee un pegamento basado en goma, y la capa central es de tela. La regla general para todo adhesivo es que la superficie que lo vaya a recibir esté seca y limpia, y la cinta americana no es la excepción. Muchas situaciones de urgencia o que requieren de una reparación rápida son compatibles con la cinta americana. Al igual que la cinta médica de tela, la cinta americana posee una buena adherencia con la piel, por lo que es posible usarla como soporte para una venda de emergencia. La hemos visto sobre madera, sobre metal, sobre plástico, y en especial sobre sí misma. De esta manera su adherencia es más firme, y se vuelve más fuerte. Las especificaciones varían según el fabricante, pero se ha visto que una simple tira de cinta americana puede resistir unos treinta kilogramos de fuerza, tal y como lo ha comprobado cierto dúo televisivo al que conocemos muy bien.

Las cosas que se han hecho con esta cinta claramente exceden las ideas más locas que pueden haber pasado por la mente de su creador. Hemos visto estatuas, cascos, ropa (interior también), billeteras, calzado, fundas, bolsas, botes, puentes, armas, carcasas para servidores, y es probable que en este mismo momento se te hayan ocurrido algunas cosas que puedes hacer con esta cinta. El precio y la calidad de la cinta puede variar de forma significativa, y aunque en general se prefiere utilizar cintas “de marca” al estilo de 3M, Nashua o Scotch (también de 3M), nada impide que pruebas otras que se ajusten a tus proyectos sin destruir el bolsillo en el proceso. Si necesitas más inspiración, aquí tienes un combo de vídeos e imágenes sobre algunas ideas basadas en cinta americana. Tu imaginación es el límite.

Nunca debe faltar en un botiquín de primers auxilios

Escrito por Lisandro Pardo

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