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Microsoft impone su OOXML como estándar ISO

La compañía de Redmond ha logrado que la ISO declare su formato Open Office XML como estándar oficial. Tras largos meses de batallas y maniobras sospechosas Microsoft se ha salido con la suya. Las implicaciones prácticas de este suceso pueden ser más oscuras de lo que pensamos.

Qué tíos. Los chicos de Microsoft son inmunes al desaliento y a veces hasta a la moral. En su momento decidieron crear un formato de documento de texto para dar soporte a su paquete Office, que estaba sufriendo un retroceso gracias a los formatos abiertos, como el ODF. La táctica de Microsoft consistía en buscar la aprobación por la ISO de su propio estándar OOXML, con el fin de garantizar que su suite de productividad Office siga siendo competitiva frente a alternativas abiertas como IBM Lotus Notes, Sun Star Office, OpenOffice.org y las basadas en web como las aplicaciones de Google u otras. Ya resulta extraño que una empresa pretenda crear otro estándar cuando existe uno bien probado y consolidado. Pero es que a nuestros apreciados amigos de Redmond nunca les parece bien si las cosas están bien hechas y son gratis. Pretenden imponer su estándar cueste lo cueste y caiga quien caiga. Y así lo han hecho en esta guerra que lleva 14 meses produciéndose y donde el prestigio de la ISO ha caído muchos enteros tras declarar definitivamente el OOXML como estándar.

La historia de la estandarización del OOXML está plagada de irregularidades y en algunas ocasiones, rozando peligrosamente lo mafioso. La cantidad de maniobras subterráneas que Microsoft ha llevado a cabo con la organización encargada de aprobar los estándares ha sido escandalosa. Para empezar, el formato creado por los ingenieros de Microsoft estaba tan mal diseñado que incumplía casi sistemáticamente todos los parámetros de calidad impuestos por la ISO. Sus características técnicas iniciales apenas se podían considerar una propuesta válida para ser aprobada por el comité pero cuando se vieron acorralados trataron de mejorar el formato presentando enmiendas al sistema para poder encajarlo en el estándar. Estas supuestas mejoras siguen sin satisfacer del todo a la comunidad crítica así que le llegó el turno a la parte más oscura de Microsoft. Aparecieron noticias asegurando que la empresa había comprado a algunos de los miembros del comité para convencerlos de que votaran a favor de su formato. Eso no se pudo demostrar legalmente, pero lo que sí sabe todo el mundo es que Microsoft colocó dentro del comité a miembros a su favor para que lograran imponer el estándar a base votos legales. Un procedimiento ¿legal? pero extremadamente poco ético.

Hubo muchísimas protestas por parte de los países donde se producían las votaciones de la ISO. El proceso desprendía un hedor irrespirable. Muchos de los miembros del comité destaparon estas sucias maniobras y acusaron a Microsoft de prácticas cuando menos inmorales. La batalla por el estándar se sucedía por todo el mundo y en un principio se logró rechazar la aprobación. IBM declaró muy enfadada “Microsoft debería adoptar e impulsar ODF en vez de fragmentar el mercado imponiendo un formato cerrado, restrictivo, no adecuado a las normas ya existentes y sin un amplio apoyo de terceras compañías”. Y no puede tener más razón la compañía azul ¿Qué pretenden los de Bill Gates si ya existe un estándar que funciona muy bien y que el mundo acogió como estándar con el beneplácito de la ISO y de la comunidad en general? ¿Piensan imponer un “estándar” propietario como hacen siempre?¿Tratan de pervertir la filosofía de la estandarización a su propio beneficio?¿Al final tendremos que volver a tragar con un formato cerrado y plegarnos a los caprichos de la empresa que más escándalos ha provocado en el mundo de la informática?. De todos modos, sabemos que todo no es blanco o negro y existen también muchos defensores del nuevo estándar que afirman que es necesario y que todo el proceso ha sido muy limpio y ordenado. Sin embargo, conociendo a los protagonistas de esta escena, hay muchas posibilidades de que la verdad sea mas bien tirando a fea.

En fin. Microsoft ha ganado. Las apelaciones que había en curso han sido rechazadas y el estándar está aprobado. El engendro ya posee nombre oficial:  «ISO/IEC 29500:2008, Information technology – Document description and processing languages – Office Open XML file formats»

Que Dios nos pille confesados.

Escrito por imported_Kir

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