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Obsolescencia Planeada y la tecnología de hoy

Quizás nunca hayas oído hablar de la “Planned obsolescence” (Obsolescencia Planeada). Pero de lo que sí estamos seguros es que la padeces. Se trata de una estrategia de marketing que hace que un producto deje de ser útil luego de un determinado tiempo, básicamente para venderte otro. Y no es un fenómeno nuevo.

Si te dicen que ese gadget que compraste tiene una “vida útil” de 2 o 3 años, seguramente te parecerá que se debe a complicadas razones técnicas o la inmadura tecnología que lo hizo posible. Pero muy probablemente se deba a que la empresa que lo fabrica lo haya hecho con un motivo en mente: hacer que dentro de 2 o 3 años compres nuevamente un producto similar, para reemplazar al que dejó de funcionar.

Obsolescencia Planeada y la tecnología de hoy

Esta estrategia, que no es ilegal pero que como mínimo nos hace subir un poquito los colores a la cara, ni siquiera es un truco moderno. Ya en la década de 1930 un brillantísimo ingeniero de la General Electric se dio cuenta que las ventas de lamparitas eléctricas aumentarían si su duración disminuía. ¡Elemental, Watson!

Como las “buenas ideas” en general se propagan a toda velocidad, a mediado de 1950 ésta práctica era algo absolutamente normal. El razonamiento era bastante lógico: un producto de gran calidad generaba pocas ventas. Uno de poca calidad debía reemplazarse (o incluso repararse, generando más ingresos) rápidamente.

Si hay algo que caracteriza al capitalismo es el consumo constante de productos, gracias a campañas publicitarias agresivas, que nos “obligan” a comprar productos nuevos aunque los viejos todavía funcionen. Pues bien, la Obsolescencia Planeada viene a ser una especie de “seguro”, que le garantiza al fabricante que, por más que tu cámara de 2 MegaPixeles sea suficiente para ti, debas cambiarla por que dejo de funcionar.

Recientemente (en la última década), han aparecido productos que no solo funcionan por un plazo de tiempo pequeño, sino que se encargan de recordarnos que están por dejar de funcionar. Un ejemplo de ellos son las maquinillas de afeitar que tienen una banda que va cambiando de color con el uso, indicando su desgaste. Por supuesto, muchas veces la maquina funciona bien aunque el indicador diga que esta para tirarla.

En el ámbito de la informática hay grandes ejemplos de esto. De hecho, con tu moderno ordenador puedes hacer más o menos las mismas cosas que con una maquina antigua, pero los sucesivos cambios en los sistemas operativos o requerimientos de algunos programas te obligan a reemplazarlo periódicamente.

La moda también es un factor que influye en la Obsolescencia Planeada. Seguramente tienes en tu armario un hermoso saco, en perfecta condiciones de uso, que compraste hace 15 años, pero que no usas por que la moda dice que hoy ese color no es “chic”.

Seguramente en algún rincón de tu casa tienes artefactos antiguos que funcionan perfectamente. Pero que fueron concebidos y fabricados en épocas más inocentes o por industriales menos oportunistas. En casa tengo una ZX81 que funciona perfectamente. Tú, ¿tienes algún objeto que haya sobrevivido a la Obsolescencia Planeada y del que quieras contarnos?

Escrito por Ariel Palazzesi

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