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Paciente tetrapléjica controla un brazo robótico con la mente

Cathy Hutchinson, que desde hace más de quince años no puede mover sus brazos y piernas,  ha conseguido mover un brazo robótico y beber de una botella de café. Gracias a una interfaz conectada a un sensor implantado en su cerebro, esta mujer de 58 años es capaz de controlar el dispositivo con su mente. El adelanto ha sido posible gracias al trabajo del neurocientífico John Donoghue de la Universidad de  Brown y publicado en la revista Nature tiene el potencial de cambiar la vida de los pacientes tetrapléjicos en el futuro cercano.

En los últimos años hemos visto varios dispositivos que pueden ser controlados con la mente. Incluso, algunos han tenido sus cinco minutos de fama como mandos de juegos, aunque si somos estrictos, ninguno se ha convertido en un éxito de ventas. La tecnología parece estar lo suficientemente madura, pero por algún motivo las aplicaciones prácticas del control de dispositivos mediante el pensamiento no termina de despegar. Sin embargo, los avances en ese campo siguen siendo sorprendentes. En la última edición de la revista Nature se puede leer un artículo que da cuenta como un equipo de trabajo dirigido por el neurocientífico John Donoghue de la Universidad de  Brown ha hecho posible que pacientes tetrapléjicos consigan controlar brazos robóticos con su pensamiento. Cathy Hutchinson, que desde hace más de quince años no puede mover sus brazos y piernas,  tiene 58 años de edad y ha participado en este proyecto. Gracias a una interfaz desarrollada por el equipo que conecta una serie de electrodos implantados en su cerebro con el ordenador que controla el brazo robótico, ha sido capaz de beber de una botella de café sin ayuda de nadie.

Al igual que otros sistemas de este tipo, el dispositivo de la Universidad de Brown interpreta los pensamientos del paciente gracias a un pequeño implante recoge las señales eléctricas que se generan en las neuronas de la corteza motora. Lo interesante de este sistema es que sin necesidad de un entrenamiento explícito hace posible que un paciente de estas características pueda controlar dispositivos tan complejos como un brazo robótico, en varias dimensiones. El proyecto dirigido por Donoghue se inició en 2006 y se conoce como “Proyecto Braingate”. En sus primeras etapas los pacientes utilizaban su mente para controlar un cursor sobre la pantalla de un ordenador. Cathy, que ha sido parte de Braingate desde el principio, dice que en esa época “estaba paralizada entre la impresión y la incredulidad, pero fui capaz de mover el cursor por la pantalla”. Más tarde, el equipo conectó el sistema a un brazo robótico -un  modelo diseñado por la agencia espacial alemana- y tanto Cathy como otros pacientes fueron capaces de controlar los movimientos del brazo artificial con una enorme precisión. Por supuesto, el sistema se encuentra aún en una etapa experimental,  y aunque muchos aún se preguntan si alguna vez las personas que padecen diferentes grados de parálisis disfrutarán de estos avances en su vida cotidiana, ese día parece estar cada vez más cerca.

Escrito por Ariel Palazzesi

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