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Padre e hijo envían un trencito al espacio (vídeo)

Un globo, una caja de material aislante, un smartphone o cámara HD, y la ayuda de un GPS. Esto es todo lo que necesita un entusiasta para obtener una filmación en alta definición de la estratósfera. Sin embargo, también se han llevado diferentes clases de objetos al espacio, incluyendo robots y latas de cerveza. En esta oportunidad, se trata de Stanley, un trencito de juguete que se convirtió en astronauta por un día, gracias a un proyecto de padre e hijo.

Todavía falta un buen tiempo para que el turismo espacial se convierta en algo relativamente accesible. Mientras tanto, los entusiastas recurren a toda forma de dispositivos de grabación para obtener excelentes vídeos filmados en la estratósfera. Aún así, los que nos reúne hoy es más una aventura que un proyecto, la aventura de un pequeño de cuatro años que con la ayuda de su padre convirtió a su juguete favorito en astronauta. El nuevo pionero espacial se llama Stanley, y haciendo honor a su nombre, se trata de un trencito. El ascenso y descenso de Stanley fue capturado en vídeo, y con un poco de ayuda proveniente de Photoshop y After Effects, se logró lo que verán a continuación.

De acuerdo a Ron Fugelseth, el responsable de este llamativo ascenso, a Stanley le tomó cerca de una hora alcanzar una altura cercana a los 26 kilómetros. Tras la explosión del globo, la caída libre de Stanley duró veinte minutos, logrando un aterrizaje “razonable” a una distancia de 43 kilómetros sobre un campo de maíz. Ahora, el viaje de Stanley a la estratósfera no tuvo nada de improvisación. Fugelseth debió tomar varios recaudos, incluyendo comunicaciones con la Administración Federal de Aviación (que informa de los procedimientos a seguir para esta clase de “ascensos civiles”), estudio de los vientos por dos meses, y el uso de materiales livianos. Como explica Fugelseth en la descripción del vídeo, no quería que Stanley se convirtiera en una asesino, cayendo sobre la cabeza de alguien.

No es la primera vez que vemos objetos inusuales en el espacio, y probablemente no sea la última, pero se está convirtiendo en una práctica cada vez más común, y si se tienen tanto el equipo como los permisos necesarios, la actividad es segura. Esto va mucho más allá de la capacidad que tienen los dispositivos móviles actuales para soportar ambientes hostiles y grabar vídeo de alta definición al mismo tiempo. Fugelseth, su hijo, y el trencito Stanley han hecho algo que los acompañará por el resto de sus vidas. Y ese pequeño puede decirle al mundo entero que envió a su amigo Stanley al espacio, con un excelente vídeo colgado en YouTube como prueba.

Escrito por Lisandro Pardo

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