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¿Qué tan fácil es piratear Windows 7?

La batalla de las grandes empresas informáticas contra la piratería de software continúa sin descanso. Ambos bandos han evolucionado de forma significativa, convirtiendo a esta situación en un gigantesco duelo de esgrima que no parece tener fin, desplegando sistemas de protección y explotando vulnerabilidades. La popularidad de la que han gozado los productos de Microsoft han convertido a esta empresa en un clásico blanco para la piratería. Lamentablemente, Windows 7 (que hoy cumple seis meses) no ha sido la excepción en este caso, pero lo más llamativo del caso no es el hecho de haber sido pirateado, sino las facilidades y vulnerabilidades existentes para alcanzar este objetivo, que curiosamente, comienzan nada menos que en el mismo lugar de origen del sistema operativo.

Antes de comenzar, lo primero que debemos decir es que esto no es un tutorial para obtener una copia ilegal y funcional de Windows 7. Aquí no encontrarás ningún enlace o página recomendada que te ayude a hacer esto, por lo que en ese aspecto, estarás completamente por tu cuenta. En realidad, hace ya un tiempo que quería escribir algunas líneas sobre este tema, y aunque el título pueda parecer engañoso para algunos, en realidad es bastante preciso. Todos sabemos que no hay un sistema de seguridad infalible. Por lo tanto, la idea de “seguridad eficiente” es hacer que aquel que intenta superar al sistema deba sudar sangre por cada poro antes de lograrlo.

Las protecciones anti-copia y la autentificación en línea son dos sistemas muy comunes en la actualidad, tanto en juegos como en sistemas operativos. Dichas protecciones han evolucionado mucho, pero así también la habilidad de los crackers. Uno de los ejemplos más recientes es el del sistema DRM implementado pro Ubisoft en sus juegos, que demanda del usuario una conexión constante a Internet para validar el juego. ¿Cuánto le duró la “exclusiva” a Ubisoft? Según los reportes, menos de 24 horas en el caso del Silent Hunter 5. Por otro lado, Assassin’s Creed 2 presentó una mejor pelea, pero finalmente cayó en el día de ayer, poco más de cuarenta días después de lanzado el juego para PC.

El sistema de protección de Ubisoft resultó ser uno de los más duros en existencia, y aún así fue derrotado. ¿Qué queda para los sistemas operativos entonces? En realidad no mucho. El concepto de piratería es muy complicado de definir en OS X, ya que las restricciones de hardware hacen que sólo funcione en sistemas Mac. Sin embargo, quien hace un “hackintoshing” puede hacerlo con una copia legítima o una ilegal. Claro que, aún con una copia legal de OS X se viola el contrato-licencia del sistema operativo, por lo tanto se estaría accediendo a una copia no autorizada de OS X, lo cual para muchos se traduce en piratería, aún si posee un OS X original. ¿Y qué hay de Windows 7 entonces? Algunos podrían decir que los vectores de aproximación son demasiados. Otros, que tiene más agujeros que un colador. Lamentablemente, ambos grupos estarían en lo cierto.

¿Dónde comienza el problema?

Tal y como se necesitan balas para disparar un arma, el piratear a Windows 7 requiere una copia del mismo. Explicar y describir los canales clásicos de distribución sería algo tan redundante como decir que el agua moja. Pero la piratería ha llevado a la “satanización” de esos mismos canales, incluso generando consecuencias legales para aquellos que nunca tuvieron una participación activa. ¿Recuerdan el caso de The Pirate Bay? Los dueños del sitio no fueron juzgados por “ser piratas”, sino por “facilitar el proceso de violación a los derechos de autor”, algo que si fuera implementado a nivel mundial, no dejaría títere con cabeza. Piénsenlo por un momento: La misma esencia del funcionamiento de Internet se basa en copias, réplicas y duplicaciones. Entonces, ¿es posible llevar a la cárcel a Internet? Ciertamente no. Por lo tanto, es muy sencillo probar que la persecución de la redes de intercambio no tiene efecto o fundamento. Sin embargo, ¿qué pasa cuando el canal de distribución es oficial? ¿Puede una empresa denunciarse a sí misma? Mejor, paso a explicar.

Con el lanzamiento de Windows 7, Microsoft ofreció una edición especial de la versión Home Premium a estudiantes, quienes solamente debían pagar la suma de treinta dólares para acceder a una copia Upgrade legítima. El método de distribución para dicha copia es digital, por lo tanto, un estudiante con una de estas licencias Upgrade puede descargar la imagen de la red, y copiarla a un pendrive USB o grabarla en un DVD para actualizar Windows XP (con borrado previo del disco duro) o Windows Vista, a una edición Home Premium de Windows 7. Presentado de esta manera suena perfecto, sin embargo, ¿qué impide que otra persona con un enlace directo pueda descargar una copia de la imagen? Absolutamente nada.

Tal y como sucede con los hotfixes protegidos por el sistema de validación en el sitio de descargas de Microsoft, la imagen Upgrade de Windows 7 Home Premium puede ser descargada desde un servidor oficial si se tienen los enlaces directos. En otras palabras: El general va a defender la frontera, pero deja abierta la puerta del fuerte. Esta y otras imágenes deberían ser defendidas con mucho más recelo, pero si hay algo que no puede hacer Microsoft es quitarlas de la red. Después de todo, hay clientes legítimos que pueden necesitarlas, y sus intereses están por encima de los que pueda tener cualquier pirata.

Bien, ¿y ahora qué?

El simple hecho de que Windows 7 se encuentre abierto a todo el universo resuelve aproximadamente el 90 por ciento del camino del pirata, cuando en realidad no se le debería haber dejado dar ni siquiera un paso. Pero la historia no termina aquí ni mucho menos. Uno de los puntos más escalofriantes que existen en relación con el uso gratis de Windows 7 es su completa legalidad a la hora de ejercerlo. ¿De qué estoy hablando? Obviamente que de los treinta días de margen para realizar la activación. Desde el inicio, una instalación fresca de Windows 7, la cual por cierto puede instalarse sin ingresar ningún tipo de número de serie (¿Agujero? Más bien cráter) cuenta con un período de treinta días para hacer efectiva su activación.

¿Se puede considerar a esos treinta días como un período “trial” en el que el usuario prueba a Windows 7? No vemos por qué no, pero lo cierto es que Microsoft entrega la forma de prolongar este período de prueba a 120 días. Algunos de nuestros lectores recordarán que hemos hablado de ello, y también recordarán que el procedimiento es totalmente legítimo. El hecho de “rearmar” la copia de Windows 7 y ampliar su período de gracia por treinta días más no viola el contrato-licencia del sistema operativo. Por lo tanto, alguien con una gran habilidad para organizarse y la determinación suficiente puede reinstalar el sistema operativo cada cuatro meses, utilizando a Windows 7 indefinidamente, sin que nadie pueda reclamarle nada al respecto porque es un procedimiento autorizado por Microsoft, al menos hasta que decidan anular el rearme con un parche, tal y como sucedió con Windows Vista.

La alternativa a instalar Windows 7 tres veces por año es, de acuerdo a las opciones del pirata, realizar una activación fraudulenta. Pero imagino que se deben estar preguntando: ¿No habló al principio de una versión Upgrade? ¿Qué no era que las versiones Upgrade sólo pueden instalarse sobre una versión anterior de Windows? En realidad, no. No hay ningún inconveniente en instalar una edición Upgrade sobre un disco duro limpio. La diferencia es que las ediciones Upgrade no podrán ser activadas si antes no había un sistema operativo presente en el ordenador.

¿Y adivinen qué? Microsoft también ofrece una solución legal para esto: Sólo hay que instalar el sistema operativo dos veces. La primera instalación pasa a cumplir el rol de “base” para la segunda, y Windows 7 Upgrade se activará sin mayores inconvenientes. Ahora, ¿por qué existen estas cosas? Una de las razones es porque el proceso Upgrade no es del todo limpio. Muchos usuarios han tenido problemas al “pisar” un sistema operativo sobre otro, los cuales se solucionan en su gran mayoría al trabajar sobre un disco duro vacío. Pero hay algo más.

Hace un tiempo atrás, en el SuperSite for Windows de Paul Thurrott se publicó una modificación en el Registro de Windows 7 que le ahorraba a los usuarios la necesidad de una segunda instalación para activar una edición Upgrade. Hace varios años que Thurrott trabaja en este medio, y siempre ha sido uno de los mayores defensores de los productos Microsoft, manteniendo un nivel de objetividad más que aceptable, sin caer en la categoría de “fanboy”. La recompensa de Redmond por este trabajo fue una declaración hecha por un representante de Microsoft digna de una ejecución con ametralladora, en la que sólo faltaba que se lo acusara abiertamente de piratería. Thurrott publicó esta modificación por razones lógicas: Miles de usuarios han pagado más que unos cuantos dólares por una edición Upgrade de Windows 7, sólo para encontrarse con la imposibilidad de hacerla funcionar sobre un Windows anterior. La solución de Thurrott fue marcada como cuasi-piratería, ¿pero el proceso de doble instalación es legítimo? Todo parece indicar que alguien en Redmond se equivocó de pastilla.

Pequeñas vueltas del hardware y el software

Para introducirnos en esta última sección un pequeño repaso: El 30 de julio de 2009 reportamos aquí en NeoTeo que la versión RTM de Windows 7 había sido crackeada gracias al filtrado de una clave proveniente de Lenovo en China. Usualmente, las activaciones de Windows 7 se hacen por Internet o por vía telefónica, pero en lo que respecta a los fabricantes de ordenadores, las copias de Windows 7 ya vienen pre-activadas. Cito a parte del texto de aquel artículo:

“Los fabricantes de ordenadores cuentan con un método especial de activación conocido como SLP, algo así como “Pre-Instalación Bloqueada de Sistema”. Este tipo de activación trabaja combinando un certificado OEM válido con una firma digital llamada SLIC que se encuentra presente en el BIOS de los ordenadores creados por los fabricantes, y por supuesto, un número de serie. Los activadores disponibles de Windows Vista pueden emular a la perfección la existencia de la firma SLIC, la cual en Vista se encuentra en la versión 2.0. Para Windows 7, el SLIC fue actualizado a la versión 2.1, pero los cambios han sido mínimos. De esta forma, un certificado OEM válido y un número de serie maestro que se filtraron de un DVD procedente de Lenovo, sumados a una leve modificación para hacer que SLIC esté presente en la versión 2.1, son todo lo que se necesita para activar una copia no oficial de Windows 7.”

A las pocas horas de publicado ese artículo, ya existía un emulador SLIC compatible con Windows 7. Ahora, imaginen cuál es el estado actual de esos activadores, exactamente seis meses después del lanzamiento de Windows 7. ¿Cuál fue la respuesta de Microsoft? El parche KB971033, destinado a desactivar varios de los métodos existentes de activación fraudulenta. Sin embargo, hay un detalle que muchos todavía no pueden creer: La instalación es opcional. De todas formas, Microsoft podría haber tomado una posición más defensiva, como tratar de bloquear modificaciones al bootloader (muchos activadores lo alteran), pero en este caso Microsoft es un rehén de su pobre sistema de activación. Un bloqueo de ese tipo sería algo que traería problemas en ciertos casos, especialmente en situaciones de arranque dual donde coexisten Linux y Windows en un mismo sistema, o por qué no, dos versiones diferentes de Windows.

Contestando a la pregunta planteada en el título, debido a una combinación entre vulnerabilidades presentes en el sistema operativo y políticas muy extrañas por parte de Microsoft, piratear Windows 7 es extremadamente fácil. Es casi como si todo estuviera servido en una bandeja de plata, y si recordamos a cierto millonario conocido cuando dijo que prefería que la gente use copias ilegales de Windows antes de recurrir a la competencia, bueno, no sorprende del todo.

Escrito por Lisandro Pardo

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