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Sweat Machine: Convirtiendo sudor en agua potable

El acceso a agua potable (o agua segura) sigue siendo uno de los problemas más graves que la humanidad enfrenta en varias regiones del globo. En un intento por transmitir esta situación a una mayor cantidad de gente, UNICEF encargó la creación de la Sweat Machine, una máquina que procesa el sudor hasta convertirlo en agua completamente segura para el consumo humano.

Durante el fin de semana, el suministro de agua se interrumpió en el lugar donde vivo. Fue muy extraño escuchar “suspirar” al grifo cuando lo abrí, pero también me recordó que damos por hechas algunas cosas, cuando no debería ser así. Lo único que yo quería en ese momento era hacer una taza de té, pero hay familias que deben recorrer diariamente varios kilómetros para llenar algunos bidones con agua potable. La falta de infraestructura es el factor principal en la ausencia de sistemas de distribución adecuados, y lamentablemente ya sabemos cómo sigue el resto de la historia. Un pobre acceso a agua potable equivale a problemas de salud e higiene, proliferación de enfermedades, y muerte.

Entre el 14 y el 20 de julio se organizó la nueva edición de la Gothia Cup en Suecia, uno de los torneos más grandes de fútbol juvenil que existe en el mundo, y allí estuvo UNICEF con una máquina bastante particular. Su nombre oficial es “Sweat Machine”, y fue creada por el ingeniero Andreas Hammar. El objetivo de la Sweat Machine es procesar y filtrar el sudor humano hasta convertirlo en agua apta para el consumo, utilizando un sistema de membranas combinado con vaporización y diferencia de presión. El resultado, de acuerdo al propio Hammar, es agua con una calidad incluso superior a la que se puede obtener de los grifos en Suecia.

La máquina fue colocada allí como una especie de “desafío” para que los presentes se acercaran y bebieran un pequeño vaso de agua proveniente de sudor. Más de mil personas se acercaron a probar la Sweat Machine, por lo que cumplió con su misión. Sin embargo, la Sweat Machine no es ninguna clase de solución a futuro. Una camiseta empapada en sudor apenas puede proveer unos diez mililitros de agua potable, e incluso fue necesario instalar bicicletas fijas para que algunos “donantes” entregaran su sudor a la máquina.

Escrito por Lisandro Pardo

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