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Tablets que funcionan con energía solar

Hay cada vez más dispositivos móviles en circulación, y a su vez, la demanda tanto de rendimiento como de autonomía va en aumento. Las baterías siguen siendo un punto crítico a la hora de diseñar un móvil, una tablet o una PC portátil. Aumentar su capacidad es importante, pero también es necesario reducir el consumo general de los dispositivos. La gente de Pixel Qi aprovechó la ocasión que representó Computex 2011 para demostrar que una tablet puede funcionar con energía solar, utilizando una celda de muy bajo costo, y una pantalla que requiere de apenas 500 milivatios.

El dilema de las baterías continúa afectando a los usuarios de millones de dispositivos alrededor del globo. La solución a corto plazo no parece ser otra más que cargar con una batería adicional, o con alguna clase de soporte externo para aquellos dispositivos en los cuales la batería no puede ser reemplazada por el usuario. Existen ciertas excepciones a la regla, como por ejemplo el iPad 2 con sus diez horas de autonomía en promedio, aunque esos valores se justifican a través de sus 6900 mAh de capacidad. Aumentar la capacidad de la batería ha sido la dirección que han tomado muchos fabricantes, pero los componentes también cumplen un rol fundamental. La principal ventaja de los procesadores ARM es su bajo requerimiento energético, y de allí surge su espectacular dominio entre los dispositivos móviles. Sin embargo, no hay nada que prohiba utilizar a otras fuentes de energía para hacer funcionar a este hardware.

La gente de Pixel Qi es conocida en el mercado por fabricar pantallas con una demanda extremadamente baja de energía, y por ofrecer una excelente visibilidad en exteriores. En el vídeo podemos observar a Mary Lou Jepsen, fundadora de Pixel Qi, pero más conocida por ser CTO en el proyecto “One Laptop Per Child”. Su postura es que la pantalla es la parte más importante de un dispositivo portátil, debido a su costo en comparación con otros componentes. Las pantallas de Pixel Qi requieren de solamente 500 milivatios para funcionar, y una celda solar de bajo costo (tres dólares según Jepsen) sería más que suficiente para proveer energía a la pantalla y la placa base de una tablet. La celda podría ser adaptada de acuerdo al diseño final de la tablet, e incluso ser instalada en el “bezel” de la misma.

La idea es excelente, en especial para aquellas regiones en las que un tomacorriente puede ser un lujo, pero hay evidentes restricciones técnicas que deberán ser solucionadas. En primer lugar, los dispositivos electrónicos y el Sol nunca se han llevado del todo bien, y hay muy buenas razones por las que los fabricantes insisten en que los usuarios no deben dejar sus dispositivos expuestos a la luz solar. En segundo lugar, la celda solar puede proveer un vatio de energía. Conocemos bien las virtudes de los chips ARM en este campo, pero no podermos dejar de pensar en una celda solar más como una unidad de soporte, en vez de un reemplazo completo de la batería. El tiempo dirá si los fabricantes en general se ven tentados a adoptar esta clase de solución para extender la autonomía de sus productos.

Escrito por Lisandro Pardo

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