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Tirarse flatulencias está bien: Los efectos y las ventajas de pasar gas (vídeo)

Incluso el mal olor tiene su utilidad

Flatulencias

La leyenda dice que los gases suelen adaptarse al entorno de formas inoportunas, por ejemplo, ruidosos en velatorios y olorosos en fiestas. Pero más allá del escándalo o la vergüenza, las flatulencias son sorprendentes, a un punto tal que la ciencia se ha encargado de estudiarlas muy de cerca. Desde el volumen diario por humano hasta sus ventajas específicas, pasando por la frecuencia y su composición exacta, el vídeo que verás a continuación es un verdadero festival de gases.

Las bromas sobre flatulencias se remontan como mínimo hasta la Era del Bronce. Miles de aplicaciones que simulan gases aparecieron en las tiendas oficiales durante los últimos años, y Hollywood ha utilizado a este mecanismo de alivio en docenas de sus comedias. Entonces, ¿por qué incomoda tanto hablar de gases? Créanme cuando digo que eso tampoco es algo reciente. El propio Pitágoras creía que el alma humana estaba en la respiración, y como la flatulencia era considerada una forma de respiración, una persona podía perder su alma si se tiraba demasiados gases. Otra idea sugiere que los seguidores de Pitágoras trataron de prohibir el consumo de judías (alubias, frijoles, etc.) porque las «grandes flatulencias» causadas por ese alimento eran «contrarias a la tranquilidad de una mente que busca la verdad». (!)

El origen de nuestros gases está muy bien definido. Se trata de una mezcla entre el aire que tragamos diariamente, y el subproducto generado por los microbios que se encargan de procesar alimentos en nuestro sistema digestivo. El promedio diario oscila entre 10 y 20 gases en el caso del ser humano, cada uno con un volumen similar al de una pelota de golf. El componente desagradable de una flatulencia, o sea, su base de azufre, es apenas el 1 por ciento del volumen. Cerca de un cuarto es oxígeno y nitrógeno, mientras que el resto combina hidrógeno, metano (ambos inflamables) y dióxido de carbono. Individualmente la concentración no es muy alta, pero si dejamos escapar un litro de gases por día y hay 7.000 millones de humanos en el mundo… digamos que hay un poco de energía desperdiciada allí.

Finalmente, no olvidemos que los gases y su olor nos sirven para identificar condiciones que no resultan del todo evidentes con una evaluación externa. Entre los arenques son una forma de comunicación. Las serpientes de coral los usan como sistema de defensa, y algunos neurópteros paralizan a sus presas a puro gas antes de… devorarlas. Aún así, estamos muy lejos de ser los principales tira-gases del mundo: Ese privilegio pertenece a las termitas. Su volumen de gas es tan amplio y frecuente, que varias fuentes hacen a las termitas responsables por uno o dos puntos de las emisiones de gases de efecto invernadero. En resumen: ¿Sientes que viene uno? Déjalo salir. Es lo más natural.

Escrito por Lisandro Pardo

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