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Una máquina convierte sangre de cualquier grupo sanguíneo al “0”

Como seguramente sabes, si mezclas distintos tipos de sangre en una transfusión sanguínea, puedes acabar con la vida del paciente debido a la respuesta autoinmune del organismo. Ahora, gracias a una nueva máquina, se puede convertir cualquier tipo de sangre en una de tipo “0”, tolerada por cualquier paciente.Estos errores, aunque se dan raras veces, cobran varias vidas al año, según el Dr. Kathleen Sazama, experto en transfusiones del centro de estudio Cance de la Universidad de Texas. Bastan unas pocas células incompatibles presentes en la sangre a transfundir para disparar una respuesta autoinmune en el cuerpo humano causando la muerte.

Esta situación está a punto de cambiar, gracias a un dispositivo que convierte todos los tipos de sangre en tipo 0. Científicos del instituto Biotech de Massachusetts han desarrollado una maquina del tamaño de una lavadora, que mediante un par de enzimas que han sido recientemente descubiertas por Henrik Clausen de la Universidad de Copenhague, y que son capaces de partir las moléculas de azúcar de la superficie de los glóbulos rojos, transforma la sangre.

Estas moléculas, llamadas antígenos, se encuentran incrustadas en la membrana exterior de la célula y son las que determinan el tipo sanguíneo (A, B, AB o 0). Al recibir una transfusión de un tipo diferente al tuyo, tu organismo genera anticuerpos que atacan los antígenos extraños.

Clausen investigó más de 2500 bacterias hasta encontrar la “Bacteroides fragilis” que produce una enzima capaz de eliminar el antígeno B y la “Elizabethkingia meningosepticum” que se encarga de producir la enzima contra el antígeno A.

La máquina, fabricada por ZymeQuest, demora una hora y media en convertir en convertir 8 unidades de sangre al grupo “0”, pero aún no realiza la conversión de absolutamente todas las células sanguíneas, y como dijimos, unas pocas del tipo equivocado un pueden provocar una reacción autoinmune.

Aún queda trabajo por hacer, pero es un muy buen comienzo.

Escrito por Ariel Palazzesi

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