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Viajes en el tiempo

La idea de viajar en el tiempo resulta muy atractiva, y de ella se han nutrido numerosas novelas y películas. Pero… ¿Es científicamente posible?Brian Greene es el autor del exitoso libro “El Universo Elegante” (“The Elegant Universe”) y enseña física en la universidad de Columbia.

“Se han sugerido muchas formas de viaje en el tiempo.”, aseguró Brian. “Algunas de ellas son posibles, aunque en los límites de las teorías físicas actuales. Otras directamente son descabelladas”.

La física describe al tiempo como una dimensión más, tal como lo hace con la longitud, al ancho y el alto de un objeto. Cuando intentamos viajar a través del tiempo, debemos lograr movernos en esa cuarta dimensión. Todos podemos desplazarnos en las tres dimensiones espaciales, pero por algún motivo, la dimensión temporal pareciera moverse solo en un sentido: hacia delante.

“El espacio y el tiempo se unen para formar lo que llamamos ‘espacio-tiempo’”, dice el astrofísico Charles Liu, y agrega: “Cualquier objeto masivo, tal como un planeta o una estrella, crea un ‘pozo’ gravitatorio. Esta es una manifestación de que el espacio-tiempo se ‘estira’ para acomodar el objeto”.

El viaje en el tiempo hacia el futuro es, al menos físicamente, posible. Basta con acelerar el objeto que queramos enviar al futuro a una velocidad cercana a la de la luz durante un tiempo, y la teoría de la relatividad hace el resto: cuando un objeto viaja a velocidades relativísticas, el tiempo (en su marco de referencia) transcurre más lentamente. Esto significa que si vuelve a su punto de partida, y para el objeto han transcurrido, por ejemplo, 2 años (en su reloj), para el resto del universo el tiempo trascurrido puede ser de, digamos, 2000 años. La diferencia entre uno y otro “reloj” solo depende de la velocidad alcanzada y del tiempo del viaje. A mayor velocidad, mas desplazamiento temporal. Por supuesto, hablamos de fracciones significativas de la velocidad de la luz, que son unos 300.000Km/s. Esto fue magistralmente explicado por Einstein con la “paradoja de los gemelos”.

Si bien la física cuántica permite los viajes al futuro, viajar al pasado es otra cuestión. La mayoría de los autores de ficción utilizan los “agujeros de gusano” (“wormhole”) como medio para dirigirse hacia el pasado. Estos “agujeros” son una especie de túnel que une dos pliegues de la estructura del espacio-tiempo. Si uno atraviesa ese túnel, aparece en otro lugar del universo. Dado que el tiempo empleado en el “viaje” es menor al que tarda la luz en recorrer esa distancia, se ha producido un viaje hacia el pasado.

El problema con esta teoría es que los “agujeros de gusano” solo han sido teorizados por los físicos, y no hay evidencia de su existencia. Además, su diámetro, según la física, seria de un tamaño subatómico, lo que dificultaría el poder hacer pasar alguna cosa por ellos.

Tal como están las cosas actualmente, parece que algún día podremos ir al futuro. Pero no podremos volver al presente para contar que vimos.

Escrito por Ariel Palazzesi

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