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¿Vida en la atmósfera de Venus?

Históricamente se ha supuesto que las condiciones sobre la superficie de Venus, particularmente sus altas temperaturas, harían imposible la vida en ese planeta. Sin embargo, en algunas zonas de su atmósfera existen condiciones relativamente benignas. Los científicos ya se plantean si existe vida en las nubes de Venus, y piden a la NASA una misión para investigar a fondo los cielos venusinos.

La Tierra y Venus son dos planetas vecinos y a menudo los astrónomos se refieren a ellos como “hermanos”, habida cuenta que sus tamaños y características geológicas son muy similares. Obviamente, la superficie venusiana es muy poco adecuada para el tipo de vida que acostumbramos a ver por aquí, ya que su temperatura y presión atmosférica son demasiado extremas. Sin embargo, desde hace algún tiempo los especialistas barajan la posibilidad de que algún tipo de vida microbiana pueda haberse desarrollado en las nubes que cubren el segundo planeta del Sistema Solar. De hecho, las condiciones meteorológicas a unos 50km de la superficie de Venus son las más parecidas a las terrestres de todo nuestro sistema planetario.

En la atmósfera de Venus existen altas cantidades de unos compuestos de sulfuro que tienen la particularidad de funcionar como una especie de “bloqueador solar natural”, constituyendo un escudo bastante efectivo que protegería a las hipotéticas criaturas que habitasen en sus densas nubes.  Todas estas teorías podrían confirmarse o descartarse si enviásemos una de las sondas robóticas que construye la NASA a darse una vueltecita por Venus. Y justamente eso es lo que han propuesto los científicos norteamericanos a su Agencia Espacial.

El profesor Andrew Ingersoll, del California Institute of Technology, explica que Venus efectivamente es un lugar infernal. “Si usted pudiese observar la superficie de Venus a través de las nubes de ácido sulfúrico que lo rodean, vería un lugar más caliente que un horno. De hecho, podría derretir plomo en la superficie del planeta, y de seguro que no encontraría agua allí", agrega. “Las teorías actuales sugieren que Venus y la Tierra puede haber tenido un comienzo muy parecido”, explica. Pero la gran cantidad de dióxido de carbono de Venus lo ha convertido en un invernadero a escala planetaria, en la que la totalidad del agua se ha transformado en vapor, generando una capa espesa de nubes permanentes. De hecho, Venus es el ejemplo perfecto de lo que podría pasar en la Tierra si no detenemos las emisiones de gases de efecto invernadero.

No solo Ingersoll  ha puesto sus ojos en las nubes venusinas. Dirk Schulze-Makuch y Louis Irwin, de la Universidad de Texas, coinciden en que la atmósfera de Venus es lo suficientemente “hospitalaria” como para ser el hogar de una gran cantidad de bacterias. Han analizado concienzudamente los datos de las misiones rusas Venera, de la misión norteamericana Pioneer Venus y de la sonda Magellan, estudiando las altas concentraciones de agua en las nubes de Venus y descubrieron una serie de particularidades en su composición química que, aparentemente, sólo se puede explicar mediante la presencia de microbios. Por ejemplo, detectaron la existencia de dos gases que reaccionan rápidamente entre sí, por lo que nunca se encuentran juntos en un lugar. Pero esto puede ocurrir si hay “algo” que los esté produciendo en ese momento. Ese “algo”, según Dirk  y Louis, podría ser una forma de vida venusina. Para completar el cuadro, aseguran que, a pesar de la radiación solar y los rayos eléctricos que atraviesan continuamente las nubes del planeta, esa zona de la atmósfera contiene escasas cantidades de monóxido de carbono, lo que sugiere que ese “algo” está absorbiendo el gas.

Los investigadores han publicado en Nature un artículo en el que dicen que “los hipotéticos seres que viven en las nubes venusianas estarían combinando el anhídrido sulfuroso con el monóxido de carbono, reacciones típicas de los metabolismos similares a los de las primeras formas de vida de la Tierra”. Además,  suponen que las temperaturas de Venus no siempre fueron tan elevadas, y que alguna vez hace millones de años, pueden haber existido océanos en ese planeta. “Quizás la vida ha comenzado allí y más tarde quedó confinada en nichos estables de la atmósfera cuando comenzó el efecto invernadero", especula Mr Schulze-Makuch.

A pesar de todas estas teorías, muchos científicos se mantienen escépticos sobre la posibilidad de que exista vida en Venus. Su principal argumento es que las pequeñas gotas de agua no serían del tamaño mínimo necesario para de soportar la vida. Como sea, no deja de ser buena idea montar una misión para develar el misterio. Quien sabe, puede que ET esté viviendo mucho más cerca de lo que pensábamos.

Escrito por Ariel Palazzesi

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