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Análisis: Radmin 3 Remote Control

Podemos citar múltiples razones para contar con una herramienta de control remoto para ordenadores, desde saber qué están haciendo nuestros niños mientras se conectan a la Red hasta ayudar a un usuario ubicado a varios pisos de distancia dentro de una empresa, o simplemente monitorear nuestro ordenador de escritorio desde una portátil, y apagarlo una vez que ha finalizado una tarea. Es cierto que Radmin es una solución comercial, algo que no solemos cubrir aquí en NeoTeo, pero hemos decidido darle un vistazo más de cerca y comprobar cuáles son sus funciones.

Por distintas razones, más de una vez me he encontrado en la necesidad de dejar el ordenador encendido sin estar frente a él. Después de todo, algunas tareas siguen demandando una cantidad significativa de tiempo, incluso con los mejores ejemplos que tiene el hardware para ofrecer hoy. Sin ir más lejos, el viernes pasado estaba re-codificando un vídeo para reducir su resolución, afectando lo mínimo posible a su calidad final. El proceso tomó más que el tiempo de duración original del vídeo (una hora media contra aproximadamente 51 minutos), pero en realidad regresé al ordenador casi dos horas y media después. En otras palabras, mi sistema se quedó allí, muerto de risa, con un pequeño "Done" en el centro de la pantalla. Esta es apenas una situación entre tantas que podrían hacer buen uso de un software para control remoto de ordenadores. Uno de los más conocidos entre los usuarios es TeamViewer, que a pesar de contar con algunas limitaciones, posee una versión gratuita que funciona muy bien. Sin embargo, quienes deseen algo más robusto o que pueda ser aplicado en un entorno empresarial, sin dudas requerirán de una solución comercial. Ahí es en donde entra Radmin.

Radmin está dividido en dos partes: Un "Servidor", que es a su vez el centro de control y la parte comercial del programa, el cual debe ser instalado en el ordenador remoto, mientras que el "Visor" es el que realiza la conexión y nos permite controlar el sistema remoto. Allí será necesario configurar algunos parámetros, dependiendo de la complejidad de la red bajo la que opera el ordenador. Si se trata de una red LAN, en general no son necesarios ajustes adicionales. Sin embargo, cuando existe un router con una política estricta de seguridad o se busca realizar un control remoto a través de la Web, son necesarios pasos adicionales. Radmin trabaja con un puerto, que por defecto es el 4899, pero que puede ser cambiado según qué puerto haya sido abierto en el router. Otro detalle a tener en cuenta sobre las conexiones a través de la Web es la necesidad de una dirección IP estática. Radmin propone dos opciones: La primera y más fácil de aplicar es utilizar a Hamachi como puente para obtener una dirección IP virtual. El procedimiento se reduciría a utilizar Hamachi en ambos sistemas, y luego desde el Visor utilizar el IP virtual que Hamachi le asignó al ordenador remoto para realizar la conexión. El otro caso implica realizar un "port forward" en el router del puerto utilizado por Radmin hacia el o los ordenadores de la red, y obtener de alguna forma el IP que recibió el router del proveedor de Internet. Esta opción tal vez sea más viable en redes corporativas, pero si la relación es entre dos ordenadores, tal vez Hamachi u otro sistema de VPN ofrezcan una mejor solución para obtener un IP virtual.

Otro detalle muy importante a configurar en la sección del Servidor en Radmin es qué usuarios podrán ingresar al sistema remoto. La sección del Visor es completamente libre de cargo, y podrás instalarla en todos los ordenadores que desees. De esta forma, existe la posibilidad de que más de un usuario pueda ingresar al ordenador remoto, pero también es viable limitar el nivel de acceso. Algunos pueden tener acceso completo, pero tal vez otros sólo necesiten unas pocas opciones, como por ejemplo transferir archivos. Radmin ofrece aún más restricciones, que van desde filtros IP hasta desactivar por completo algunos de sus componentes. Además, cualquier incidente será reportado en un archivo log, ya sea como un HTML independiente o integrado a los Eventos de Sistema de Windows.

El método de acceso completo desde el Visor al Servidor es excelente. No hubo ninguna restricción a la hora de abrir, cerrar o instalar programas. También fue posible navegar por Internet, algo interesante si se está en una estación "stand-alone" que no tiene conexión directa a Internet pero es parte de una red LAN. El rendimiento del enlace entre Visor y Servidor puede variar de acuerdo a la velocidad de la conexión a Internet, pero Radmin cuenta con opciones para bajar la calidad de la imagen, disminuyendo la paleta de colores y la cantidad de actualizaciones por segundo. Por supuesto, dentro de una red LAN prácticamente no será necesario alterar estos parámetros, ya que la velocidad promedio de una red LAN es más que suficiente como para que Radmin pueda ofrecer un enlace remoto con calidad máxima.

Dos funciones adicionales que no debemos dejar pasar en Radmin es el soporte de chat tanto por texto como por voz. El primero funciona de la misma forma que cualquier mensajero compatible. La idea es que el usuario del Visor pueda controlar todo en el ordenador remoto, pero si es necesario hablar con alguien que esté cerca del ordenador remoto, esta es una buena opción para hacerlo. Si ambos sistemas cuentan con un micrófono, se puede iniciar una conversación por voz. Al igual que el caso anterior, la calidad final de la conversación depende de cuánto ancho de banda haya disponible. No es algo especialmente complicado en conexiones LAN, pero si los sistemas fueron conectados a través de Internet, el usuario en el Visor puede reducir la demanda de ancho de banda del chat por voz, sacrificando calidad del sonido a cambio.

Como puntos a mejorar podríamos mencionar la necesidad de proteger los parámetros de la sección "Servidor" con una contraseña. Si ambos ordenadores son nuestros no resulta ser tan problemático, pero si la idea es vigilar de cerca cómo utilizan al ordenador remoto, no estaría mal contar con una capa extra de seguridad, disponible solamente para el administrador de ambos sistemas (o todos ellos). El hecho de recurrir a Hamachi para generar un IP virtual también puede considerarse como algo a revisar en versiones futuras. Existen muchas aplicaciones gratuitas que pueden hacer esto, y aunque Radmin tiene opciones más avanzadas de control, (como por ejemplo el soporte para Intel AMT que permite incluso encender un ordenador apagado), la presencia de un módulo integrado a Radmin al estilo de Hamachi facilitaría mucho su proceso de configuración. Es verdad que Hamachi no es necesario, pero no son muchos los que decidirán hacer un "port forwarding" por dos sistemas nada más. Finalmente, llegamos al precio. Radmin posee muy buenas funciones, pero sus 49 dólares por cada licencia para módulos "Servidor" no lo hacen tan competitivo como debería ser. Quienes deseen aplicar Radmin sobre una gran cantidad de sistemas, podrán acceder a importantes descuentos en licencias.

En resumen, Radmin es una sólida opción para control remoto de ordenadores, algo que si bien no debería sorprender en una solución comercial, es agradable de encontrar de todas formas. No debe haber muchas cosas que sean peor que pagar por algo que no funciona, pero por suerte ese no es el caso con Radmin. Recuerden que sólo la sección Servidor es la que requiere una licencia. Puedes, a modo de ejemplo, descargar el Visor en tu laptop y en el ordenador de tu oficina, para controlar la actividad de tu ordenador en casa. Si deseas verlo más de cerca, hay disponible una versión de prueba por treinta días. Ambos módulos son livianos, y no agregan peso al sistema. Si buscas ir más allá de TeamViewer, esta debería ser una de tus primeras opciones.

Escrito por Lisandro Pardo

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