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BitBlinder: El primer BitTorrent anónimo

No podía tardar mucho. Aparece el primer cliente de BitTorrent capaz de ocultar tus comunicaciones y de hacer imposible la identificación de los archivos que intercambias con tus compañeros. Este era el paso obvio para los usuarios de redes P2P, vista la intensa presión que estaban ejerciendo los gobiernos y la industria de contenidos. A ver ahora qué hacen para evitar el flujo de datos entre internautas.

Ya lo tenemos aquí. Era el movimiento lógico del P2P ante las amenazas de sus detractores. Con medio mundo presionando para espiar las conexiones de los usuarios que se bajan archivos con copyright la reacción no tardaría en llegar. La estrategia de los gobiernos consistía en averiguar si los archivos que intercambian los presuntos infractores eran o no material protegido por derechos de autor. Pretendían llegar hasta límites inconstitucionales donde ni siquiera era necesaria la intervención de un juez para espiar las conexiones, atentando así contra el derecho de intimidad. Esto ya ha sido rechazado por la Comunidad Europea pero aún quedaba la inquietud de saber que en cualquier momento podrían rastrear tus conexiones en busca de ese archivo con copyright. Pues bien, esta vía también ha muerto, la única que le quedaba al estado para acusar a los internautas. Los responsables de esta situación han sido los programadores del nuevo cliente de BitTorrent, que oculta la dirección IP de sus usuarios, hace anónimas las transferencias de archivos y convierte en una tarea casi imposible la identificación de quienes participan por parte de terceras personas o empresas. Su nombre es BitBlinder.

Este sistema funciona cifrando la información que se va transmitiendo por los ordenadores que forman la red del servicio. Cada uno de los PCs que participan conoce la dirección del siguiente equipo de la cadena, pero no la de su predecesor, consiguiéndose así que los "mirones" no puedan localizar la fuente primaria del envío. Debido al proceso de encriptación que tienen que realizar los ordenadores que se envían los datos, la velocidad de transmisión no es tan elevada como en los sistemas sin anonimización. Sin embargo, este software ha sido probado por miembros de la famosa web torrentfreak y han alcanzado velocidades de 2 Mb/s, cifra más que suficiente para considerarla rápida. Ya nos gustaría a muchos obtener semejantes ratios en nuestros clientes BitTorrent “normales”. Hasta ahora la única manera de ocultar los datos consistía en utilizar TOR, un procedimiento de encriptación muy efectivo pero que ralentizaba en exceso los intercambios de archivos. El BitBlinder se encuentra tanto para Windows como para Debian/Ubuntu. Además, se puede emplear también para mensajería o correo electrónico.

Este programa representa el pistoletazo de salida para la primera generación de sistemas anónimos que impedirán a los gobiernos saber qué tipo de información circula por nuestra línea. La presión del entorno cultural ha propiciado la aparición de este tipo de programas que harán imposible cualquier intento de llevar a un internauta a juicio por descargar archivos protegidos con derechos de autor. En los próximos meses veremos surgir clones del BitBlinder y convertirse en los nuevos favoritos de los usuarios que teman alguna intromisión por parte del estado. El mundo de la cultura ya no puede intimidar a los internautas ni cortándoles la conexión, ni espiándoles la línea ni mandándolos al juez. Con esto queda cerrado el círculo. La pelota está en el tejado contrario. ¿Cuál será el siguiente paso? ¿Prohibir el cifrado de las conexiones? Si se les ocurre tramar algo parecido, volverán a encontrarse con los dientes de los Tribunales Constitucionales pidiendo sangre.

Escrito por imported_Kir

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