Menu
in

Coreboot: BIOS de código abierto

El BIOS continúa siendo una pieza fundamental de software en la gran mayoría de los ordenadores, más allá de los esfuerzos que se han hecho por retirarlo. En general, el BIOS tiene una relación muy estrecha con el fabricante de la placa base, y sólo se puede obtener actualizaciones viables desde allí. Sin embargo, todo software puede ser reemplazado, incluyendo el BIOS. Coreboot se presenta como una alternativa de código abierto capaz de reemplazar el BIOS propietario en una placa base, de forma ligera y eficiente.

Actualizar un BIOS es un proceso delicado. Tanto el hardware como el software involucrado han avanzado mucho para ofrecer al usuario una operación lo menos traumática posible, pero hay que tener en cuenta varios detalles antes de hacerlo. Debido a la complejidad de algunos componentes y al avance en las capacidades de los sistemas operativos, actualizar un BIOS se ha vuelto mucho más frecuente en estos días. ¿Pero qué hay de reemplazarlo? Después de todo, el BIOS no deja de ser software, y puede que exista algo mejor. Ciertamente lo hay, a través del famoso EFI sobre el que hemos hablado, pero si cambiar la plataforma no es una opción, tal vez el código abierto tenga la respuesta.

Coreboot

Así es como aparece Coreboot, una opción que busca reemplazar a los BIOS propietarios de múltiples modelos de placas base. Trabaja de forma tal que inicializa el hardware con lo mínimo y necesario, y después ejecuta “paquetes” que pueden expandir en gran medida su funcionalidad. Esto puede ser especialmente útil en sistemas embebidos, que sacrifican muchos aspectos de un ordenador convencional, a cambio de una estabilidad extrema y una gran robustez a la hora de ejecutar tareas específicas. El esfuerzo de los colaboradores es considerable, e incluso han recibido soporte de empresas como AMD, para integrar Coreboot en algunos de sus productos.

Lamentablemente, el precio a pagar por la enorme flexibilidad de Coreboot es su complejidad, y su velocidad de desarrollo. En este momento hay un total de 230 placas base soportadas, y aunque el número parece considerable, en realidad resulta todo lo contrario. La gran mayoría de las placas con soporte para Coreboot ya tienen varios años en el mercado (aunque me niego a decir que son obsoletas), y de acuerdo a la lista oficial, no hay ni un solo ejemplar con soporte para zócalos 775 o posteriores. Por otro lado, el proceso de instalación es considerado “de bajo nivel”. Cualquier interesado puede darle un vistazo a Coreboot a través de una imagen en el virtualizador QEMU, pero citando nuevamente a la página oficial, no existe un “paquete sencillo de instalación”. En resumen, Coreboot no es apto para cardíacos, pero ni siquiera eso logra quitarle relevancia. La buena voluntad por parte de los desarrolladores está presente. Son los fabricantes de hardware quienes tienen que dar una mano.

Escrito por Lisandro Pardo

Leave a Reply